Política

Elecciones en Reino Unido

El «sudoku» postelectoral británico

La Razón
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Sin un claro ganador en las urnas, como ocurrió en 1974 y 2010, los partidos británicos tendrán que recurrir a sus mejores dotes negociadoras para negociar una coalición de Gobierno que proporcione estabilidad política al país. No por casualidad, hasta 2010 Reino Unido era el único Estado miembro de la UE, junto con Malta y España, que nunca había sido gobernado por una coalición. A tenor del Parlamento que dibujan las encuestas, el conservador David Cameron cuenta con menos aliados potenciales para mantenerse en el poder (liberal demócratas y unionistas) que el laborista Ed Miliband (liberal demócratas, nacionalistas escoceses y galeses, verdes y socialdemócratas norirlandeses). Éstas son algunas de las alianzas parlamentarias que pueden fraguarse a partir de hoy:

Reedición de la coalición actual

Si la aritmética acompaña a los conservadores, el “premier”, David Cameron, apostará por reeditar la actual coalición de Gobierno con los liberal demócratas de Nick Clegg. Sin embargo, después del desgaste de esta última legislatura, es probable que el viceprimer ministro venda caro su apoyo a los “tories”.

Coalición liberal-conservadora con apoyos adicionales.

En vista de la perdida de escaños que anticipan todos los sondeos tanto para conservadores como para “lib-dem”, ambos partidos pueden quedar lejos de la mayoría absoluta de 326 escaños. De ahí que Cameron se viera obligado a buscar apoyos adicionales para evitar gobernar en minoría. El socio más fiable para respaldar al Ejecutivo sería el Partido Demócratico Unionistas (DUP, que, según los sondeos, se adjudicará la mitad de los 18 escaños en liza en Irlanda del Norte. El otro aliado parlamentario sería el eurófobo Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) de Nigel Farage y los tres escaños que podría cosechar. Sin embargo, esta segunda opción sería menos fiable para Cameron, pues le enfrentaría directamente con sus socios liberales, que no estarían dispuestos a caminar junto a un partido que reclama la salida de Reino Unido de la UE y mantiene una posición abiertamente xenófoba hacia los inmigrantes.

Gobierno entre laboristas y liberal-demócratas

Pese a haber apoyado a los “tories” en 2010, la base del Partido Liberal Demócrata -resultado de la unión en los años ochenta del viejo Partido Liberal y el Partido Socialdemócratata escindido del laborismo- tiene un alma de izquierdas. De hecho, su postura proeuropea y sus promesas electorales de invertir más en sanidad y aumentar los salarios casan mejor con el programa del Partido Laborista que con el de los conservadores. Clegg ha adelantado que no cierra la puerta a ninguna alianza que, por otra parte, sería la más favorable para el líder laborista, Ed Miliband.

Ejecutivo laborista con apoyo parlamentario del SNP

Los nacionalistas escoceses del SNP no han dejado de incomodar a los laboristas con su oferta de apoyarles para sacar a los “tories” del número 10 de Downing Street. Sin embargo, Miliband ha asegurado que prefiere permanecer en la oposición antes que llegar al poder de la mano de los independentistas de Nocola Sturgeon, que en tiempo récord han arrebatado a los laboristas su papel hegemónico en Escocia. Tampco los liberal demócratas están dispuestos a entrar en un Ejecutivo apoyado por un grupo que quiere acabar con Reino Unido. El tiempo dirá si la aritmética parlamentaria no obligará al líder de la oposición a cambiar de parecer.

Alianza “antitory”

A la vista del “Parlamento colgado” que dibujan las primeras proyecciones, en Westminster puede alcanzarse una mayoría de izquierdas alternativa a un Gobierno conservador en minoría. Laboristas, liberal-demócratas, nacionalistas escoceses y galeses, verdes y el Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP) del Ulster pueden expulsar a Cameron de Downing Street. Aunque posible matemáticamente, lo cierto es que esta heterogénea coalición sería tan inestable que difícilmente Miliband podría agotar la legislatura hasta 2020.

Gran Coalición a la británica. Si bien las diferencias políticas entre conservadores y laboristas son cada vez menores por la lucha de ambos partidos por el centro, un Gobierno de coalición no está encima de la mesa. Reino Unido no es Alemania y no está acostumbrada al consenso político. Sólo un agravamiento de la situación económica como resultado de la inestabilidad política podría hacer cambiar a los partidos políticos de opinión.

El “precente Wilson”

Si Miliband decide encabezar un Gobierno en minoría con apoyos puntuales para sacar adelantes las leyes, seguirá los pasos del también laborista Harold Wilson, que ganó por la mínima las elecciones de febrero de 1974 y en octubre de ese mismo año obtuvo la mayoría absoluta en una nueva convocatoria electoral.

El “precedente McDonald”

Si los consevadores no consiguen formar Gobierno peser a tener el mayor número de escaños en Westminster, Miliband podría emular a Ramsey McDonald, el primer laborista en llegar a Downing Streete en 1923. Pese haber perdido las elecciones de aquel año, McDonald llegó al poder gracias al apoyo de los liberales. Eso sí, su Gobierno sólo duró diez meses.