Análisis
«Espero un proceso de adhesión extraordinario de Ucrania a la OTAN hasta la próxima Cumbre del 75 aniversario»
El analista del CSIS, Daniel Fata, analiza los retos de la Alianza tras el cierre de la cita anual en Vilna
La Cumbre de la OTAN en Vilna ha dejado dos escenas para la historia. La primera, la foto de familia en la que aparecen los más de 30 líderes de la Alianza arropando al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el hombre más esperado de la cita. Y la segunda, la lluvia de flashes que retrató el apretón de manos entre el secretario general, Jens Stoltenberg, el sonriente primer ministro sueco, Ulf Kristensson, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, un duro negociador que levantó finalmente su veto sobre el país nórdico que le había impedido adherirse a la organización. En el tintero, sin embargo, quedaron dudas sobre el rol que jugará la OTAN en los próximos meses hasta la Cumbre del curso que viene, en la que celebrará su 75 aniversario. Daniel Fata, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), analiza este incierto escenario en conversación con LA RAZÓN.
¿Cuáles son las perspectivas de la OTAN sobre la guerra en Ucrania? Parece que los planes de la organización pasan por adelantar la mesa de diálogo a la espera de los resultados de la contraofensiva.
En lo que respecta a las «perspectivas de la OTAN» sobre la guerra, debemos de recordar que la OTAN está formada por 31 Estados, por lo que su postura refleja las posiciones de sus miembros. Hasta la fecha, ha habido una tremenda unidad por parte de los aliados de la OTAN con respecto a Ucrania. Ha sido impresionante. Y no parece que vaya a disminuir o debilitarse. La Alianza ha aprobado muchas acciones para apoyar a Ucrania. Algunas, como la creación de una Misión de Entrenamiento de la OTAN en el país, todavía no están sobre la mesa, pero es probable que lo estén una vez que termine la guerra. Otras, como el suministro de ayuda militar no letal, están en marcha desde el comienzo de la invasión. Es probable que la organización transforme la actual Comisión OTAN-Ucrania en un Consejo OTAN-Ucrania, lo que daría a Kyiv más poder de decisión sobre las hipotéticas relaciones entre las partes. Los pasos adicionales que la OTAN pueda dar con Ucrania probablemente comenzarán una vez concluida la guerra, quizá en los términos de Ucrania.
¿Sigue siendo una perspectiva lejana su ingreso en la OTAN? Cada vez son más los Estados miembros que ven posible este escenario y estarían a favor.
Creo que el ingreso de Ucrania en la OTAN es algo más que una «perspectiva lejana»; existe un camino creíble para que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN más pronto que tarde. Los dirigentes de la Alianza han anunciado en Vilna una serie de medidas para profundizar el apoyo a Kyiv y mostrar el camino hacia una mayor integración, cuando no hacia la plena integración. Recordemos que para invitar a un nuevo país a unirse al grupo es necesario el voto unánime de todos los miembros. Cada Parlamento tiene sus propios procedimientos para ratificar la decisión de invitar a un país, lo que lleva su tiempo. Ucrania no puede ser invitada e inscrita de la noche a la mañana; hay un proceso. Entre la Cumbre de Vilna y la Cumbre del 75 aniversario de la fundación de la OTAN del año que viene, espero ver un proceso extraordinario sobre cómo Ucrania se convertirá en Estado miembro.
¿Cómo podría interpretarse la continuidad de Stoltenberg como secretario general? Ahora incluso se habla de Von der Leyen o Mark Rutte como posibles sustitutos, ¿qué opciones hay sobre la mesa?
Creo que Stoltenberg ha hecho un buen trabajo como secretario general. Pero me parece lamentable que los 31 Estados miembros no hayan podido ponerse de acuerdo para seleccionar una cara nueva al frente de la Alianza. Los dirigentes de la OTAN se han limitado a considerar única y exclusivamente a jefes de Estado y de Gobierno como candidatos. Desde que [el ex primer ministro de Dinamarca] Anders Fogh Rasmussen se convirtió en secretario general tras el mandato del exministro de Exteriores neerlandés, Jaap de Hoop Scheffer, la OTAN ha aceptado que solamente los primeros ministros o presidentes puedan ocupar el puesto, lo que limita la reserva de talentos. Creo también que algunos aliados se han aferrado injustamente a la idea de que un secretario general procedente de Europa Central y Oriental resultaría «provocativo» para Rusia. Un líder debe ser seleccionado por sus méritos. Quizás, si los 14 aliados de Europa Central y Oriental se hubieran unido con un candidato unificado, no habríamos necesitado una tercera prórroga de Stoltenberg. La OTAN cumple 75 años el año que viene. Es probable que se anuncie una nueva cara para la Alianza a tiempo para entonces. Se habla de la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Creo que es una buena candidata pero, como hemos visto una y otra vez, el candidato favorito casi nunca consigue el puesto. Repito, hay un buen número de líderes con talento que podrían ser el nuevo secretario general. Esperemos que los dirigentes de la Alianza adopten un planteamiento sin restricciones respecto a quién representa mejor a la OTAN y quién puede hacer el mejor trabajo al frente de la Alianza después de sus 75 años.
Aprovechando que la Cumbre se ha celebrado en Lituania, ¿cómo definiría el papel de los países bálticos desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania?
El papel de los países bálticos en el periodo anterior y durante la guerra de Ucrania ha sido excepcional. Han donado mucho material a Kyiv, han aumentado sus presupuestos de Defensa tres veces desde que comenzó la guerra, están invirtiendo en infraestructuras para poder acoger a las fuerzas de los miembros de la OTAN en caso de emergencia, han sido firmes portavoces de lo que significan para la Alianza la amenaza de una Rusia agresiva, están en primera línea y tomando medidas para defenderse mejor. La opinión pública de los tres países está por las nubes en cuanto al apoyo a Ucrania, a la OTAN y a la asignación de recursos para defenderse del peligro ruso.
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