Espionaje

Espías respaldados por Rusia intentaron obtener información de soldados ucranianos en una base estadounidense

La célula llevó a cabo al menos seis misiones por toda Europa, en los tres años que permaneció en activo

Irina Terejovich, soldado ucraniana.
Irina Terejovich, soldado ucraniana.Rostyslav

Ya ha comenzado el juicio contra los tres presuntos espías búlgaros con base en Reino Unido. Katrin Ivanova de 33 años, Vanya Gaberova de 30, y Tihomir Ivanchez de 39 años, están acusados de haber participado hasta en seis operaciones de espionaje, entre 2020 y 2023, detrás de las que se encontraría Rusia, y por las que habrían recibido grandes sumas de dinero.

Distintos medios británicos apuntan a que su actividad era coordinada desde Reino Unido, aunque durante los tres años que permanecieron en activo, realizaron misiones por toda Europa. De hecho, llegaron a pasar al menos una vez por una ciudad española, en concreto Valencia.

Los fiscales británicos aseguran que los acusados emplearon técnicas y materiales muy sofisticados, que les habrían permitido recoger y transmitir información sensible. Además, habrían llegado a debatir el secuestro y asesinato de opositores al Kremlin.

Los soldados ucranianos fueron un objetivo

En total, las autoridades británicas estiman que la célula espía habría llevado a cabo hasta seis operaciones, que irían desde tender trampas a familiares de mandatarios internacionales, hasta hacerse con información personal de soldados ucranianos. Esta última ha sido una de los más sonados, ya que podría tener un efecto directo en el devenir del conflicto armado.

La BBC recoge que los hechos que abarca esta quinta operación tuvieron lugar en Alemania, en concreto en una base militar estadounidense ubicada en las proximidades de Stuttgart, al suroeste del país. Hasta allí habían sido trasladados varios soldados ucranianos con el fin ser entrenados en el uso del sistema de defensa aérea Patriot.

El objetivo de los búlgaros habría sido recopilar datos de los móviles de los soldados ucranianos. Para ello emplearon un sofisticado equipo de vigilancia, para posteriormente poder geolocalizar el paradero de los sistemas de defensa aérea, una vez se trasladaran al terreno de batalla. Katrin Ivanova habría sido la encargada de operar el equipo, aunque la misión no tuvo éxito.

Seducir al hijo del presidente de Kazajistán

También resulta especialmente llamativa la bautizada como 'cuarta operación', enfocada en Kazajistán, país aliado del Kremlin. En este caso, la fiscalía británica señala que la intención de la red era conseguir la complicidad de su presidente, Kasim-Yomart Tokáev, ofreciendo soluciones a problemas que la célula iba a crear.

Entre las actuaciones que se barajaron se encontraría la creación de videos pornográficos falsos del hijo del presidente, seducirlo, e incluso planificar una protesta falsa, que acabara con el lanzamiento de sangre falsa contra la embajada.

Dos miembros de la red han reconocido los hechos

Por el momento, los tres investigados han mantenido su inocencia. La red estaba compuesta por al menos otros dos miembros, Orlin Roussev, de 46 años, y Biser Dzhambazov de 43. El primero habría estado a cargo de la organización del grupo, dependiendo de una tercera persona, que es la que le facilitaba las instrucciones. Tanto Roussev como Dzhambazov han confesado los hechos, y se espera que el juicio se extienda hasta febrero de 2025.