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Investigación

Ya está, lo imposible se convirtió en realidad: China acaba de inventar la capa de invisibilidad y la usará en drones

Pekín redobla sus esfuerzos en una tecnología de camuflaje que promete hacer indetectables aeronaves y drones, abriendo un nuevo capítulo estratégico

China desplegará el portadrones aéreo más grande del mundo: 100 drones y alcance de más de 7.000 km. EPL.

Científicos de la Universidad de Zhejiang, en China, han anunciado recientemente el desarrollo de lo que denominan una "capa de invisibilidad aeroanfibia" para aeronaves, un avance que podría extenderse a su creciente flota de drones. Este concepto, que evoca imágenes de ciencia ficción, busca proteger los vehículos de la detección radar.

La detección de aeronaves se basa en la reflexión de ondas de radar. Estas nuevas capas, con materiales especiales, buscan curvar las ondas alrededor del objeto, haciéndolo invisible al radar. El objetivo final es manipular el espectro electromagnético.

Durante décadas, los ejércitos de todo el mundo han trabajado para conseguir plataformas de combate indetectables, como cazas o bombarderos. Sin embargo, la tecnología de sigilo existente dista de ser perfecta y estas armas aún pueden ser localizadas con radares adecuados. El equipo de Zhejiang asegura ahora poder reducir esta brecha de detección.

Avances históricos y diseño convencional

Los aviones furtivos eran la vanguardia. Su diseño con materiales como grafeno o fibra de carbono permite absorber ciertos tipos de ondas radar, evitando el rebote. Aviones como el F-35 o el B-2 de EE. UU. usan superficies planas para minimizar la reflexiónsegún informan desde Popular Mechanics.

El ejército estadounidense tomó la iniciativa en el desarrollo de aeronaves furtivas en la década de 1970, anunciándolas públicamente en 1980 e introduciendo el primer avión furtivo en combate en 1989. A partir de entonces, otras naciones desarrollaron contramedidas para detectar estas nuevas aeronaves.

Para ello, han creado radares más sofisticados, capaces de captar un espectro más amplio de frecuencias. Rusia, por ejemplo, utiliza sistemas como el radar Nebo-M, que opera en baja frecuencia con ondas largas, dificultando la evasión de los aviones furtivos diseñados para longitudes de onda más cortas.

Por su parte, China afirma haber desarrollado un nuevo sistema de radar que emplea las constelaciones de satélites nacionales BeiDou para detectar refracciones sutiles de las aeronaves furtivas en tránsito. Este radar, al usar solo una antena receptora, se considera económico y versátil, desplegándose en cualquier parte del planeta sin revelar su ubicación.

La nueva era del camuflaje y sus desafíos

La capa de invisibilidad de Zhejiang se concibió para drones de alta velocidad, necesitando camuflar un objeto grande y móvil en cualquier entorno (aéreo, acuático o terrestre) y bajo toda condición meteorológica.

Superaron retos de diseños previos, desarrollando un metamaterial tridimensional que manipula las ondas entrantes, asegurando que la capa permanezca indetectable en múltiples contextos.

Con inteligencia artificial, la capa se ajusta dinámicamente: sensores miden ondas y la IA dirige microestructuras del metamaterial. El sistema podría operar en tiempo real sin intervención humana.

Pruebas de laboratorio simulando entornos diversos mostraron que la intensidad del campo eléctrico del dron camuflado era, en promedio, un 90 por ciento similar a la del fondo. Esto contrasta con el 45 por ciento de un dron sin camuflaje.

La tecnología de Zhejiang se enfoca en la creciente flota de drones chinos. Camuflar estos vehículos podría otorgar a Pekín una ventaja estratégica notable en futuros conflictos.

Lograr la invisibilidad total aún presenta retos, como guiar con exactitud las ondas de radar de un amplio rango de frecuencias. No obstante, la investigación global prosigue para perfeccionar estos dispositivos, buscando capas fiables para vehículos, equipos y personas en combate.