Felipe Camargo: «Libia no es un puerto seguro»

Mientras el pesquero «Nuestra Madre Loreto» entra en su sexto día sin saber dónde podrá desembarcar a las doce personas que rescató el viernes, el Gobierno de Pedro Sánchez insiste en que el barco de Santa Pola los lleve de vuelta a Libia. Atrás quedaron los tiempos del «Aquarius». El representante de Acnur para el sur de Europa, Felipe Camargo, de visita en Madrid, reconoce que están manteniendo «discusiones informales con España, Italia y Malta» para dar con una «solución rápida» y ofrecer un puerto seguro al que el pesquero pueda poner rumbo. En su apretada agenda, Camargo tuvo tiempo para atender a LA RAZÓN en la sede de Acnur.

¿Debe desembarcar «Nuestra Madre Loreto» en Libia?

Libia no es un puerto seguro y lo seguimos repitiendo como también lo ha dicho el Alto Comisionado de Acnur. Ésa es la posición oficial. Si bien tenemos presencia en Libia, eso no significa que las condiciones sean de seguridad y dignidad para las personas devueltas. La pregunta es cuál es la respuesta europea. Tenemos que ser prácticos. Aquí hay una repetición de casos, donde, por la falta de un sistema predecible de las operaciones de rescate, nos encontramos con una situación así: personas que pasan días y días en barcos, sin toma de decisiones. Hemos sido muy claros, es una operación particular, porque es un barco pesquero de bandera española, que tiene unas obligaciones internacionales frente al derecho internacional marítimo y es importante permitirle llegar a puerto seguro y desembarcar a estas personas. Estamos en plena discusión informal para tratar de hallar una solución rápida.

¿Y de una vez por todas?

El problema es que las soluciones «ad hoc» se han dado. Lo que queremos recordar, a través de este caso en particular, es la necesidad de que haya predictibilidad en una respuesta a las operaciones de rescate en el Mediterráneo.

Italia y Malta, que están más cerca del barco que España, ¿pueden negarse, pueden cerrar sus puertos? ¿Es legal?

Lo han hecho. La cuestión es qué tipo de acciones se toman frente a los países que eventualmente cierran sus puertas o puertos o que entran en ese proceso de toma de decisión. Cada país tiene la soberanía de gestionar sus operaciones a su manera, pero hay un ordenamiento internacional que establece que un capitán que se encuentra en una situación de salvamento debe llevar a las personas al puerto más seguro. Y ésa es la misma posición de Acnur. La cuestión es que fue una operación de salvamento, no una intercepción, y que se permita a estas personas ser desembarcadas. ¿Dónde terminarán? Ya es otro tema. Ahora lo que nos interesa es realmente lograr, ese desembarco y asegurar que las personas no sean devueltas.

Desde 2015, hemos visto cómo criticar al migrante, al refugiado, hace que se ganen elecciones en EE UU, en Hungría...

Como agencia de Naciones Unidas no somos un ente político. El hecho que tanto la migración, como el asilo y la situación de los refugiados sea instrumentalizada y politizada nos preocupa. Sobre eso, el Alto Comisionado ha sido muy claro: lo importante son los hechos concretos y la verdad. Para eso las estadísticas hablan a nivel de criminalidad, de números, de capacidad de los estados de respuesta... Estamos hablando de los países más ricos del mundo. Pretender que esto se vuelva un drama no es una realidad. Si no hay una respuesta concreta social, económica, de integración y de gestión tanto de la migración y del asilo, nos vamos a encontrar en una situación en la que es más fácil para algunos políticos instrumentalizar este tema.

En cuanto a la caravana de migrantes, también hay personas perseguidas... ¿EE UU se puede cerrar en banda? ¿Puede devolver a estas personas?

No, no se puede cerrar en banda. Tenemos una posición frente a la situación de la violencia en Centroamérica, las maras. Hay casos de persecución individual o de comunidades completas que han sido desplazadas internamente o que tienen que salir de su país en busca de protección y es importante que haya una respuesta por parte de los Estados.