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Francia desbarata un atentado contra una iglesia dirigido desde Siria

El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve
El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuvelarazon

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, anunció ayer que la Policía había logrado abortar un atentado inminente en París. En realidad, fue un conjunto de circunstancias lo que permitió a las Fuerzas de Seguridad descubrir el domingo que un hombre, Sid Ahmed Ghlam, se disponía a realizar una masacre en una o dos iglesias de Villejuif, al sur de la capital. Encontraron en el coche y en la vivienda del detenido un arsenal de armas, y todos los elementos para pasar a la acción.

Los servicios del Samu habían recibido horas antes la llamada de Sid Ahmed Ghlam diciendo que le habían intentado atracar y estaba herido. Efectivamente, el hombre tuvo que ser hospitalizado por dos heridas de bala, una en una rótula y otra en un muslo, pero las explicaciones del joven no convencieron a los agentes, que se acercaron al vehículo de la presunta víctima siguiendo el rastro de sangre que había dejado sobre la acera. Vieron que en el interior había señales de Policía y varios sacos, y procedieron a registrarlo. Dentro encontraron un fusil Kalashnikov cargado, junto a otros tres cargadores también preparados; una pistola y un revólver también cargados, un chaleco antibalas, tres teléfonos móviles, un ordenador, un GPS y anotaciones en las que aparecían posibles objetivos (las direcciones de dos iglesias de Villejuif) y la forma de operar para cometer un atentado con la frase «Por Dios nos vengaremos», según adelantaba ayer el diario «Le Parisien».

La sección antiterrorista de la Brigada Criminal de la Policía judicial de París se hizo cargo de las investigaciones y procedió a registrar la vivienda del detenido, una habitación en una residencia de estudiantes donde les esperaban nuevas sorpresas: tres fusiles de asalto, brazaletes de Policía, varios chalecos antibalas, una cámara de fotos y otra de vídeo, un ordenador y un disco duro, 10.000 euros en metálico, varios teléfonos y tarjetas SIM y documentos en árabe hablando de Al Qaeda y el Estado Islámico. Los agentes también habrían registrado, según «Le Figaro», el domicilio de su hermana, una joven radicalizada, en Saint-Dizier, y la habrían detenido.

Las investigaciones deberán determinar ahora dónde pudo adquirir Sid Ahmed Ghlam todo ese material, y quién le financió la operación, porque él no disponía de dinero para adquirirlo. Entretanto, la Policía ya ha podido descubrir, gracias al estudio del material informático, que Sid Ahmed Ghlam tenía al menos un cómplice: estaba en contacto con una persona que se halla en Siria con la que discutía sobre la preparación y perpetración de un atentado «preferiblemente en una iglesia», como precisó ayer el fiscal de la República, François Molins. Además, gracias a la explotación del GPS, de las cámaras de vigilancia y de las notas manuscritas que habían descubierto en el interior del vehículo, los agentes han reconstruido dónde estuvo las horas y los días previos y, concretamente, han visto que el mismo domingo se había desplazado a Villejuif, localidad limítrofe de París, al sur de la capital. Y que había estado allí justo en las horas en las que fue asesinada una joven, Aurelie Châtelain, cuyo cuerpo había aparecido en el interior de su vehículo con un tiro, que ha resultado proceder de una de las armas de Ghlam. Este asesinato era hasta ayer un misterio, porque no había nada en la vida de esta mujer que explicara su muerte violenta. Finalmente, fue el encuentro fortuito con un terrorista que probablemente quiso robarle el coche.

Sid Ahmed Ghlam tiene 24 años y es de nacionalidad argelina. Sus padres viven al este de Francia y él estaba en París estudiando Informática. Carecía de antecedentes penales, pero cuando una persona de su entorno comentó que deseaba irse a Siria, meses después de haber realizado un viaje a Turquía, los investigadores de la Dirección General de Seguridad Interior espiaron sus correos electrónicos y sus llamadas de teléfono sin encontrar nada que permitiera imaginar una radicalización. Fue a partir de entonces cuando Sid Ahmed Ghlam preparó meticulosamente el atentado, dirigido por una misteriosa persona que, desde Siria, venció su resistencia a pasar a la acción. La fecha fijada era el pasado domingo, día 19. Tenía que atacar varias iglesias de Villejuif, pero al dispararse de forma fortuita se vio obligado a abortar su proyecto.