Níger

Los generales de la CEDEAO establecen un "Día D" para intervenir en Níger

Pese a las reticencias de la Unión Africana ante una posible intervención militar en Níger, los jefes del Estado Mayor de la Defensa de la CEDEAO se reunieron el jueves y el viernes en Accra

Accra (Ghana), 17/08/2023.- Ghana's Minister of Defence, Dominic Nitiwul (3-R) talks with General Christopher Musa, Chief of Defence Staff of Nigeria (3-L), next to other military leaders during a photo call before the Extraordinary Meeting Of The Economic Community of West African States (ECOWAS) Committee Of Chiefs of The Defence Staff in Accra, Ghana, 17 August 2023. The meeting, excluding Mali, Burkina Faso, Chad, Guinea and Niger, takes place a week after ECOWAS said a 'Äòstandby force'Äô could be used to restore democratically elected President Bazoum of Niger who has been held under house arrest with his wife and son since he was overthrown by the armed junta on 26 July 2023. (República Guinea) EFE/EPA/CHRISTIAN THOMPSON
Los líderes militares se reunieron en Ghana.CHRISTIAN THOMPSON EFE/EPA

Los jefes del Estado Mayor de nueve naciones pertenecientes a la CEDEAO (Cabo Verde no ha mandado una delegación a Ghana por no apoyar la opción militar, mientras Guinea Bissau tampoco ha participado en las reuniones por razones que aún desconocidas) se reunieron este jueves y viernes en Accra (Ghana) para organizar los siguientes pasos a seguir en la preparación de una fuerza de reserva que intervenga militarmente en Níger. Al término de la cumbre, el comisario de la CEDEAO anunció que se había estipulado un "Día D" para llevar a cabo dicha intervención, en el caso de que la vía diplomática no resulte. Qué día será el indicado, esto no quiso anunciarse, pero igualmente se comunicó que ya no harían falta más reuniones y que todos los preparativos para la activación de la fuerza habían finalizado.

"Mientras continuamos con nuestras deliberaciones de hoy, me gustaría recordarnos a todos que el propósito de nuestra reunión no es simplemente reaccionar ante los acontecimientos, sino trazar de manera proactiva un curso que preserve la paz, promueva la estabilidad y defienda los principios democráticos en toda nuestra región". Las palabras pronunciadas este viernes por el jefe del Estado Mayor de Nigeria, el general Christopher Gwabin Musa, al comienzo del segundo día de reuniones junto con sus homólogos, buscan escarbar un hueco en la Historia africana.

Los líderes de los ejércitos aseguran sin titubeos que están preparados para marchar sobre Níger en cuanto los políticos den la orden. En su discurso se percibe una apabullante confianza en sus capacidades, aunque todos los expertos coinciden en que la única manera de obtener una victoria militar consistiría en una operación “muy focalizada” y que no abarque la totalidad del país, cuyo tamaño triplica el de Marruecos.

Más obstáculos que facilidades

Aunque la invasión parece inminente, deben tenerse en cuenta una multitud de factores a la hora de considerarla, y más aún si se busca la victoria del bloque democrático. La polarización de posturas con motivo de la guerra de Ucrania ha llevado a que la Unión Africana, bajo la cual queda subrogada la CEDEAO como una organización regional dentro del continente, niegue el apoyo a la CEDEAO en el caso de ocurrir la citada intervención militar. En términos jurídicos, la Comunidad de Estados de África Occidental no puede intervenir militarmente en un país sin el permiso de la UA; igual que la decisión debería ser sancionada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde Rusia posee derecho a veto y ya ha advertido que no votará a favor.

La mayor misión militar compuesta en exclusiva por tropas de la CEDEAO tuvo lugar en Gambia en 2017, cuando 8.000 soldados irrumpieron en el diminuto país para garantizar el acceso al poder del presidente Adama Barrow. Una intervención en Níger exigiría al menos 20.000 hombres, la mayoría de ellos nigerianos, si quiere garantizarse el éxito. Teniendo en cuenta que el Senado de Nigeria ya ha votado en contra de una operación en Níger, mientras los Estados del norte del país han mostrado igualmente su oposición por los vínculos culturales y familiares que les atan al sur de Níger, y considerando también que Nigeria atraviesa hoy una profunda crisis económica, con los precios de alimentos y combustibles disparados y con su moneda en mínimos históricos, cabe a preguntarse de donde saldrá la financiación para una operación de tal envergadura. El apoyo de Estados Unidos, Francia o la Unión Europea es fundamental.

En cuanto a la fuerza de reserva cuya activación fue anunciada tras la reunión de jefes de Estado el pasado 10 de agosto, su efectividad puede ponerse en entredicho. Esta fuerza ya fue activada en diciembre de 2022 con el fin de combatir al yihadismo en el Sahel y para restablecer el orden democrático que desgarraron los golpistas en Mali, Burkina Faso y Guinea Conakry, todo ello sin que se obtuviesen resultados claros: el yihadismo prosigue su expansión en la región y los golpistas de las naciones citadas no sólo continúan en el poder, sino que recientemente se ha unido Níger a ellas.

En países como Ghana y Senegal, los partidos de oposición de sendos gobiernos han mostrado una actitud contraria a la intervención militar que se sumaría a la fuerte oposición interna en Nigeria. No existe dentro de la CEDEAO un consenso claro sobre el uso de las armas, principalmente por el temor de que una guerra a gran escala en la región (Mali y Burkina Faso han anunciado que apoyarían a Níger) preceda a una expansión sin precedentes del yihadismo y a la desintegración definitiva de la CEDEAO como institución.

Esta operación “focalizada” que señalan los expertos no sería posible con la intromisión de Mali y de Burkina Faso, igual que la postura de Chad todavía no ha quedado clara. Además, asociaciones civiles de Níger han hecho sucesivos llamamientos a su población para formar una suerte de cuerpo de milicias que combatan junto con sus Fuerzas Armadas en el hipotético caso de que acontezcan los combates, aumentando así la capacidad militar del país africano. La fuerza de la CEDEAO podría encontrarse a su entrada en Níger con una fuerte resistencia civil que obligaría a reducir la velocidad de avance.

Una intervención militar en Níger contra los deseos de la Unión Africana y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas correría el riesgo de deslegitimar las acciones de la CEDEAO, aunque las invasiones de Iraq y de Ucrania ya han demostrado que una operación militar ejecutada sin el permiso de los máximos organismos es posible. Que resulte en el restablecimiento efectivo de la democracia, que no perezcan sus logros bajo la sombra del yihadismo o de las revueltas populares que amenazan con desbordar Nigeria en los próximos meses, esta sería una tarea más difícil.