Defensa
La guerra con robots está a punto de cambiar para siempre, o al menos eso dice esta empresa israelí
La integración de la robótica en la estrategia militar global transforma el panorama bélico
El uso de sistemas no tripulados (SNU), terrestres y aéreos, se ha expandido en conflictos recientes. Esta evolución redefine las operaciones militares, como ilustra la experiencia en Ucrania y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Yossi Wolf, consejero delegado de Roboteam Defense, destaca cómo la guerra acelera el uso de estas tecnologías. Antes del 7 de octubre, los robots eran de nicho y con restricciones de armamento.
La situación ha cambiado drásticamente y los robots soldado parecen estar a la vuelta de la esquina.
La irrupción de los sistemas autónomos en el combate moderno
La principal novedad es la aprobación para integrar armamento en estos sistemas, autorización que posee el ejército israelí, según Breakingdefense. Además, el uso militar de plataformas comerciales supone otra transformación de gran envergadura.
Las FDI han incorporado herramientas como el UAV Spark. La Fuerza Aérea de Israel creó un nuevo escuadrón de drones. La unidad Yiftah de las FDI ha equipado pequeños drones con granadas. Así, los nuevos soldados robóticos exigen un cierto control.
La estrategia busca una coordinación integral entre drones y vehículos terrestres no tripulados (UGV). Los sistemas interactúan para ejecutar funciones, incluyendo capacidad de fuego, maximizando su efectividad.
La tecnología exige formación especializada. Las FDI cuentan con al menos tres unidades enfocadas en robótica. Muchas soluciones se desarrollan internamente, facilitando la adaptación de equipos, como los M113.
Roboteam es proveedora de las FDI. Un ejemplo es su sistema "Robox", un contenedor con una flota de robots variados. Permite a la infantería mantener perímetros de seguridad y reducir la exposición del personal.
La inteligencia artificial (IA) es de apoyo, no de decisiones autónomas. Las máquinas no deciden automáticamente, aunque la IA mejora navegación o evita vuelcos. Siempre hay un "humano en el circuito", con un equipo de soldados controlando vehículo, armamento y dron.
Los vehículos varían en tamaño, desde el MTGR de Roboteam hasta el Rook, un UGV. Abordan múltiples misiones, como exploración de túneles. Al exponerse al fuego, deben ser reemplazables y producidos a gran escala.
La comunicación entre estos sistemas ha mejorado notablemente gracias a los satélites de órbita baja (LEO). Permiten que, sin cobertura tradicional, los drones actúen como repetidores de comunicaciones, evitando patrullas predecibles.
El mercado global de defensa ha mostrado interés. Roboteam ha registrado interés de clientes europeos, como Alemania, en su solución de contenedores para despliegue rápido, aunque no hay acuerdos confirmados.