Guerra en Oriente Medio

Israel amplía gradualmente su operación total contra Hamás en Gaza

El presidente estadounidense, Joe Biden, reitera en una llamada a Netanyahu el derecho de Tel Aviv a defenderse cumpliendo con la legalidad internacional

Lenta pero inexorablemente las Fuerzas de Defensa de Israel continuaron en la jornada de este domingo ampliando su operación terrestre –con más tropas y la intensificación de los bombardeos— contra Hamás en el interior de la Franja de Gaza. En las últimas 24 horas, según fuentes israelíes, la operación golpeaba 450 objetivos de la organización palestina en todo el territorio. Entre ellos, según Tel Aviv, un comando terrorista que salió de un túnel cerca de una de las fronteras entre Gaza e Israel.

Además de anunciar que la operación seguirá incrementándose, el jefe del Ejército israelí Herzl Halevi aseguró ayer que “será un proceso largo y estamos ahora en la etapa en que golpeamos fuerte al enemigo, dentro, y en los accesos a la Franja de Gaza”. “Las Fuerzas de Defensa de Israel están concentradas en estos momentos en una cosa: la victoria, el desmantelamiento de Hamás y en golpear a tantos mandos como sea posible, tantos enemigos como sea posible, tanta infraestructura del enemigo como sea posible”, aseguraba el responsable de las FDI ayer, según recogía el medio israelí Haaretz.

El primer ministro Benjamín Netanyahu que aseguró el sábado que la guerra que libran sus tropas contra Hamás, además de contra Yihad Islámica y Hizbulá es una batalla por la existencia de Israel mantuvo ayer una conversación con su homólogo estadounidense. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, urgió ayer al primer ministro israelí a permitir la entrada inmediata de más ayuda humanitaria a Gaza y reiteró que debe cumplir con el derecho internacional, que «prioriza la protección de los civiles». Durante la llamada, Biden reiteró que Israel tiene «todo el derecho» a defender a sus ciudadanos del terrorismo de Hamás pero debe de tener en cuenta a los civiles de la Franja.

Por su parte, el embajador israelí ante Naciones Unidas Gilad Erdan llamó ayer a la comunidad internacional a dejar de proporcionar fondos a Naciones Unidas, en lo que se interpreta como respuesta ante unas palabras del secretario general de la organización António Guterres sobre el contexto del conflicto que desde Tel Aviv se interpretaron como una justificación de los crímenes de Hamás y de las llamadas de la Asamblea General a una tregua –sin condenar a la organización palestina.

Israel pide el desalojo de un hospital en Gaza

Además, en la mañana de ayer las tropas israelíes pidieron el desalojo inmediato de un hospital Al Quds de Gaza, donde hay en estos momentos 14.000 refugiados y 400 personas en cuidados intensivos, según aseguraba en la tarde de ayer la Media Luna Roja Palestina. Según la citada organización los proyectiles lanzados por las fuerzas israelíes en las últimas horas cayeron a apenas una cincuentena de metros del hospital.

La Inteligencia israelí está convencida de que el centro hospitalario esconde uno de los centros de mando de la organización, autora entre los días 7 y 8 de octubre pasado de una cadena de ataques terroristas que se saldaron con más de 1.300 víctimas mortales, entre ellas 311 soldados de las Fuerzas de Defensa. Además, 229 personas entre ciudadanos y soldados del Ejército israelí permanecen cautivos de los terroristas palestinos en Gaza.

Nuevamente, la rama militar de Hamás, organización nacida en 1987 y en control de la Franja desde 2006, lanzó proyectiles, incluidos misiles de largo alcance, contra el centro y sur de Israel, como daba cuenta en la tarde de ayer el ruido de sirenas en localidades situadas junto a la frontera con Gaza.

Entretanto, la tensión entre las FDI y Hizbulá en la frontera entre Israel y el Líbano volvía a ayer a elevarse. Los cohetes lanzados por el partido-milicia libanés financiado y entrenado por el régimen iraní golpearon comunidades del norte de Israel.

De la misma manera, como en jornadas precedentes, la tensión y la violencia también afectaron ayer a Cisjordania, donde se produjeron choques entre las fuerzas israelíes y supuestos grupos palestinos vinculados a Hamás y Yihad Islámica en distintos puntos del territorio gobernado por la Autoridad Palestina.

Según las autoridades sanitarias palestinas, al menos cinco palestinos perdieron la vida ayer en el campo de refugiados de Askar, en la ciudad de Naplusa, en las localidades de Beit Rima (al noroeste de Ramala) y Tamun y en el campo de refugiados de Deheisha. Los enfrentamientos en el campamento de Askar habían comenzado a raíz de que los soldados israelíes irrumpieran en él para demoler la casa de Hasan Qatnani, un palestino fallecido en mayo en una operación israelí en Naplusa.

Riesgo de desorden público

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas advirtió ayer de que miles de palestinos se enfrentan en estos momentos al hambre, como a juicio de la organización lo demuestra que miles de palestinos irrumpieran en dependencias de la ONU en la Franja. “Es una señal de que la gente está perdiendo la esperanza y de que, con cada minuto que pasa están más desesperados. Necesitamos una pausa humanitaria”, afirmó ayer el representante del Programa en Palestina, Samer Abdeljaber.

La operación antiterrorista que desde hace ya tres semanas lleva a cabo el Estado de Israel se ha cobrado ya la vida de más de 8.000 personas en la Franja de Gaza, más de un centenar en Cisjordania, y al menos 19.000 heridos, de acuerdo a los datos del Ministerio de Sanidad del territorio.

La mejor noticia para una parte de la población civil palestina en las últimas horas fue haber recuperado la conexión a Internet, por tanto al mundo exterior, después de que los bombardeos israelíes a comienzos del fin de semana hubieran interrumpido el servicio en el territorio gobernado por Hamás.