Relaciones internacionales

Israel contraataca tras la «traición» de la ONU

Suspende los contactos con las embajadas de los países, entre ellos España, que votaron a favor de la resolución contra los asentamientos

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ayer, durante una reunión con su gabinete
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ayer, durante una reunión con su gabinetelarazon

Suspende los contactos con las embajadas de los países, entre ellos España, que votaron a favor de la resolución contra los asentamientos

Tras las primeras reacciones de las autoridades israelíes contra la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votada el viernes, en la que fueron declarados «ilegales» los asentamientos en Cisjordania, el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha decidido tomar medidas diplomáticas ante quienes la apoyaron y también contra la Autoridad Nacional Palestina, que fue quien llevo la iniciativa y después consiguió que otros países presentaran la propuesta en la ONU. Ayer, los embajadores de los 14 países que votaron a favor de la resolución – España entre ellos–, fueron convocados en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Según explicaron a LA RAZÓN fuentes diplomáticas «Israel resolvió suspender hasta nuevo aviso los contactos con las embajadas de los países que votaron a favor de la resolución así como los viajes de representantes oficiales israelíes a dichos países», pero añadió que esto no significa una suspensión de las relaciones diplomáticas .

Debido a que el embajador español Fernando Carderera se encontraba fuera del país, en su lugar asistió el encargado de negocios, Miguel Moro Aguilar. Sobre el tema de fondo, el diplomático aclaró a LA RAZÓN que mantuvo un encuentro con tres altos cargos del ministerio: el director de Asuntos Políticos, la directora de Europa y la de Europa meridional, quienes «expresaron las protestas de Israel» ante la votación, aunque no quiso ofrecer más datos de la reunión. Aún así, desde España se explicó que la resolución se considera «equilibrada» y que «busca favorecer la paz» entre las dos partes. España, al igual que la comunidad internacional, considera que los asentamientos son «contrarios al derecho internacional» y «un obstáculo para la paz». Por su parte, Netanyahu decidió cancelar las visitas programadas a Israel del primer ministro de Ucrania, que tendría lugar la próxima semana así como la del canciller de Senegal. De igual modo, el ministro de Defensa, Avigdor Liberman, informó de su decisión de interrumpir los contactos civiles y políticos con los representantes de la Autoridad Nacional Palestina, aunque por ahora la coordinación de seguridad se mantiene.

El primer ministro israelí calificó de «desequilibrada y vergonzosa» la decisión y exhortó a sus ministros a «actuar y hablar con sabiduría y responsabilidad», a no pronunciarse ahora a favor de la anexión de territorios de Cisjordania a Israel ni de la construcción de nuevas viviendas en asentamientos. Esto se debe a que hay de fondo una gran desconfianza en la Administración Obama, a la que Israel acusa directamente de haber impulsado la aprobación de la resolución contra los asentamientos «a sus espaldas». Netanyahu no descarta que antes del 20 de enero, cuando asuma la presidencia de EE UU Donald Trump, Obama quiera tomar alguna otra medida drástica en el terreno.

El titular de Educación, Naftali Bennett, líder del partido Hogar Judío reiteró su posición a favor de la imposición de la soberanía israelí en parte de los territorios en disputa. «Hay dos alternativas, rendición o soberanía», declaró. «Ya hemos intentado la rendición y las concesiones y ahora ha llegado el momento de la soberanía». Netanyahu ha pedido que se reevalúen «nuestras relaciones con la ONU y podría suspender a funcionarios de cinco agencias de la ONU consideradas especialmente hostiles a Israel, e inclusive dejar de efectuar el pago anual al organismo mundial que asciende a 46 millones de euros.