Cargando...

Oriente Medio

Israel presiona para ampliar la misión de paz de la ONU en Líbano

El Gobierno de Netanyahu pretende ahora que las fuerzas de la FINUL patrullen una zona mucho más amplia y lleven a cabo inspecciones fronterizas, según el ‘Financial Times’

Después de atacar sus posiciones y herir a varios cascos azules durante su tercera invasión de Líbano, Israel propone ahora ampliar la misión de paz de la ONU en el país de los cedros para incluir derechos de inspección sobre todas sus fronteras, según ha adelantado este jueves el Financial Times. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pretende que la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para Líbano (FINUL, por sus siglas) extienda su mandato para incluir las áreas al norte del río Litani, la frontera natural que delimita el radio de acción de las fuerzas de paz.

Las autoridades israelíes también han manifestado su deseo de que los cascos azules monitoricen el valle de la Becá, las zonas próximas a la frontera con Siria e incluso el norte de Líbano. Una acción que contaría necesariamente con la cooperación del Ejército libanés, una fuerza militar mucho menos desarrollada que Hizbulá que necesitaría reforzar sus capacidades.

Es del todo improbable que las autoridades libanesas acepten algunas de las demandas del Gobierno de Netanyahu, pese a que las Fuerzas de Defensa israelíes han mermado de forma significativa las capacidades de Hizbulá con el asesinato en Beirut de su secretario general, Hasán Nasrala, y de su primo y potencial sucesor al frente de la milicia, Hachem Safieddine, entre una extensa nómina de miembros de la cúpula de la organización.

Las demandas del Gobierno israelí pasarían por reformar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, cuya aprobación sirvió para poner fin a la última guerra entre Israel y Hizbulá en 2006. Los términos del acuerdo, que recogían que los milicianos de Hizbulá se retirarían al norte del Litani, nunca llegaron a ser implementados en su totalidad por ninguna de las partes.

En una visita a Beirut esta semana, el diplomático Amos Hochstein, enviado especial de la Administración de Joe Biden, quiso conocer de primera mano qué medidas sería capaz de implementar el Gobierno del primer ministro interino Nayib Mikati para fortalecer a sus propias Fuerzas Armadas a fin de garantizar que Hizbulá no recuperara sus posiciones en el sur de Líbano.

Hochstein aseguró que la Resolución 1701 seguiría siendo la base para una solución diplomática del conflicto, pero puntualizó que habría que hacer más para garantizar su implementación sobre el terreno. «Debemos ser honestos, nadie hizo nada para implementarla», reconoció el diplomático estadounidense.

Mientras, el descompuesto Estado libanés se esfuerza para imponer su autoridad en el sur del Litani, una zona dominada por Hizbulá. En este sentido, Mikati ha afirmado este jueves que podría desplegar un contingente de 8.000 soldados como parte de un plan de alto el fuego. Otra de las exigencias de Israel es que la FINUL tenga la capacidad de realizar registros en propiedades privadas. Así, Netanyahu quiere evitar que Hizbulá recupere su fuerza y, al mismo tiempo, garantizar que el norte de Israel sea seguro para permitir que unas 60,000 personas desplazadas regresen a casa.

Un oficial militar israelí citado por el Financial Times sostiene que el Gobierno israelí «cambió el objetivo» y «la doctrina y la estrategia» en septiembre tras escalar su ofensiva en la frontera norte. «Lo que queremos es una nueva realidad, una nueva situación operativa de seguridad en el norte. Queremos tener la capacidad de imponer 1701. Debemos tener libertad de operaciones para asegurar nuestras fronteras». Es la primera vez que Israel expresa cuáles son los objetivos de la guerra desde que pusiera en marcha su tercera invasión de Líbano a principios de octubre.