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Riad

Jamenei exige «garantías» a la UE para mantenerse en el pacto

Europa se moviliza para salvar la relación y garantizar sus inversiones. El líder supremo iraní marca las «líneas rojas» de la negociación: no renunciará a su programa balístico ni a su hegemonía en Oriente Medio.

Manifestantes iraníes queman fotos de Donald Trump frente a la antigua Embajada de EE UU en Teherán
Manifestantes iraníes queman fotos de Donald Trump frente a la antigua Embajada de EE UU en Teheránlarazon

Europa se moviliza para salvar la relación y garantizar sus inversiones. El líder supremo iraní marca las «líneas rojas» de la negociación: no renunciará a su programa balístico ni a su hegemonía en Oriente Medio.

La decisión de Donald Trump de retirar a EE UU del acuerdo nuclear iraní podría traer serias consecuencias más allá de las fronteras del país persa. A corto plazo, la decisión no ayudará a poner fin a las guerras en Siria y Yemen, en la que Irán juega un papel importante, sino más bien lo contrario. A largo plazo, si Irán opta por continuar la carrera nuclear que había frenado en 2015, la situación podría empeorar en la ya convulsa región. Con Hizbulá habiendo ganado las elecciones en Líbano, lo que demuestra que la influencia iraní es cada día mayor en el país, y la disputa de poder en Oriente Medio entre Riad y Teherán podrían traer nuevos conflictos.

Los diputados iraníes dieron ayer el espectáculo manifestando su cólera con la quema de la bandera de EE UU y del acuerdo nuclear firmado para frenar el enriquecimiento de uranio a gran escala. Un diputado conservador y jefe del comité nuclear, Moytaba Zolnurí, se subió a la tribuna y gritó: «Muerte a Estados Unidos» mientras quemaba una bandera estadounidense.

El presidente de la Cámara, Ali Lariyani, desautorizó a Trump al asegurar que «no tiene la capacidad mental para lidiar con los problemas». «El abandono de Trump del acuerdo nuclear fue un espectáculo diplomático. Irán no tiene la obligación de cumplir sus compromisos en la situación actual. Es una amenaza para la paz y la seguridad. No estoy seguro de si los firmantes europeos del acuerdo cumplirán con sus promesas», manifestó. «Es obvio que Trump sólo entiende el lenguaje de la fuerza», agregó.

En la misma línea difamatoria se expresaron los líderes ultraconservadores. El líder supremo iraní, Ali Jamenei, tildó de «tonto y superficial» el discurso del presidente estadounidense sobre su retirada del pacto. «Ha contado quizá más de diez mentiras en su intervención. Ha amenazado al régimen y a la gente, diciendo que hace esto o aquello. Señor Trump, se lo digo en nombre de los iraníes: ha cometido un error», insistió Jamenei. «Aceptamos el acuerdo, pero la enemistad hacia la República Islámica no concluyó», afirmó el ayatolá.

No obstante, el líder supremo aceptó públicamente dejar al Gobierno hacer su trabajo para salvar el acuerdo nuclear, pero subrayó que Irán no se mantendrá en el acuerdo sin «garantías reales» de los europeos. Aun así, reconoció que «no confía» en la diplomacia europea y «realmente duda» que se pueda obtener de ellos una «garantía definitiva». Quienes también se han manifestado en contra del pacto desde el inicio de las negociaciones han sido los ultraconservadores Guardianes de la Revolución, que controlan el poder militar y la economía iraní. El general Mohammad Ali Jafari advirtió de que los lazos de Europa con Washington no la permitirán actuar por su cuenta. «Está claro que los europeos no pueden decidirse de forma independiente entre Irán y EE UU y están aliados conWashington», dijo a la agencia Fars. «El destino del acuerdo iraní está claro», clausuró.

Al presidente iraní, Hasan Rohani, le interesa que continúe el acuerdo, necesario para ayudar a mejorar la economía del país y sobre todo fortalecer a los políticos moderados para que Irán no caiga en manos de los ultraconservadores. Precisamente, durante la campaña de las elecciones presidenciales del año pasado, los Guardianes de la Revolución apoyaron a Ebrahim Raisi, el ultraconservador adversario de Rohani.

Desde Europa, Francia, Alemania y Reino Unido mostraron su intención de salvar el acuerdo nuclear. El presidente francés, Emmanuel Macron, encabezó la iniciativa de reconstrucción del acuerdo y fue el primero en hablar con Rohani, a quien expresó por teléfono su voluntad de mantener el acuerdo nuclear, aunque quiere extenderlo a otros aspectos a los que de momento Teherán se niega en redondo. «A partir de hoy, debemos ampliar el debate para que en algún momento poder mover a todas las partes hacia un acuerdo más amplio, un acuerdo para la seguridad y la estabilidad regional», afirmó Macron.

Tanto París como Berlín han expresado su preocupación sobre el impacto económico que pueda tener en las empresas europeas el fracaso de un pacto que contemplaba el levantamiento del embargo comercial y la entrada de inversiones en el país. Francia explicó que los países europeos intercederán ante Washington para intentar minimizar las sanciones que ha dicho que aplicará después de retirarse del pacto. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, anunció que esta semana hablará de ese asunto con el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, para analizar «las posibilidades». También que el lunes varios ministros de Exteriores celebrarán un encuentro con representantes iraníes para afrontar la situación.

Desde Alemania, la Cámara del Comercio y la Industria (DIHK), ha pedido al Gobierno que respalde sus intereses en Irán. La propia Merkel defendió la necesidad de mantenerse dentro del pacto, «pese a la pesada carga» que supone el abandono de EE UU, y consideró que la decisión adoptada por Trump vuelve a poner en evidencia la necesidad de que los europeos «asumamos más responsabilidades» en política de seguridad y resolución de conflictos. En los Comunes, la primera ministra británica, Theresa May, señaló que «el acuerdo nuclear un importante paso para mantener seguro al mundo». Desde Bruselas, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, advirtió de que la decisión de Trump puede crear más problemas que los que intenta aplacar.