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Juncker, elegido presidente de la Comisión Europea

Jean-Claude Juncker
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El luxemburgués Jean-Claude Juncker ha sido hoy elegido presidente de la Comisión Europea (CE) por mayoría del pleno del Parlamento Europeo al reunir 422 votos a favor, 250 en contra y 47 abstenciones.

La Eurocámara ha elegido este martes a Jean-Claude Juncker para el puesto de presidente de la Comisión Europea durante los próximos cinco años. 422 de los 751 miembros del Parlamento Europeo han respaldado la candidatura de Juncker, en una votación secreta y mediante papeleta. El mandato del nuevo presidente del ejecutivo de la UE comenzará el próximo 1 de noviembre.

422 eurodiputados han dado luz verde al nombramiento de Juncker, mientras que 250 se pronunciaron en contra y 47 se abstuvieron.

Según el Tratado de Lisboa, la elección del presidente de la Comisión requiere la mayoría absoluta (la mitad más uno) de miembros del Parlamento Europeo, es decir, al menos 376 votos favorables. Ha habido 729 votos emitidos, de los que 10 no fueron válidos.

Durante su intervención antes de la votación, Jean-Claude Juncker declaró: "Quiero que Europa se centre en lo grande", El luxemburgués abogó por que la Unión Europea entierre los debates institucionales que "nos alejan de los ciudadanos"y se rija por el modelo de economía social de mercado.

El candidato, que se dirigió al pleno en francés, alemán e inglés, anunció su intención de presentar, antes de febrero de 2015, un "ambicioso"programa de inversión valorado en 300.000 millones de euros para los próximos tres años. El programa se centraría en ámbitos como la banda ancha, las redes energéticas, las infraestructuras de transporte y la industria.

Juncker también se mostró a favor de "ampliar y robustecer la garantía para los jóvenes, aumentando paulatinamente el límite de edad de los 25 a los 30 años"y propuso "reducir la carga administrativa para las pymes". También advirtió de que el pacto de estabilidad y crecimiento no se modificará en sus bases, puesto que "la estabilidad no solo es un peaje de entrada, sino un mandato permanente", pero reconoció que "hay márgenes de flexibilidad".

El luxemburgués defendió la moneda única porque "el euro protege a Europa, a su economía y a sus ciudadanos"y comparó la reacción de la UE ante la crisis a la reparación de un avión en llamas en pleno vuelo. "Estoy orgulloso de que Grecia siga en el euro, pero hemos cometido errores y nos hemos quemado las manos", admitió.

Dijo que antes de aprobar nuevos programas de ajuste pediría un estudio de impacto con un análisis del coste social y un plan alternativo para "corregir el tiro"si los pronósticos macroeconómicos no se cumplen. "Tenemos que lograr una Troika más democrática, más parlamentaria y más política", concluyó.

En su discurso, Juncker se mostró partidario de una base común para el impuesto de sociedades, una mayor transparencia en las negociaciones del acuerdo comercial con Estados Unidos, la supresión del roaming en la UE y un nuevo impulso a la inmigración regular, "ya que será muy necesaria en los próximos 50 años", puntualizó. También anunció que propondrá un comisario con la tarea específica de supervisar la aplicación de la Carta de los Derechos Fundamentales y el Estado de Derecho en la Unión y dijo que debe haber un "reparto más justo"entre los países del norte y los del ser en el ámbito de la inmigración.

Finalmente, dejó claro que "no ha llegado la hora de la revolución ni de la contrarrevolución". "Si queremos que los europeos se vuelvan a enamorar de Europa, debemos hacerles sentir orgullosos de lo logrado en los últimos decenios", concluyó.

Líderes de los grupos políticos

El presidente del grupo PPE, el alemán Manfred Weber, señaló que "tenemos una mayoría de fuerzas constructivas que quieren forjar el futuro de Europa". Subrayó que "hoy es un día histórico", ya que por primera vez "los electores han podido decidir quién ocupa la cúpula del poder europeo". Weber subrayó que "el PPE vuelve a ser el partido más votado y Jean-Claude Juncker es la persona más adecuada para el puesto".

Destacó de Juncker que es "un hombre de consenso"y apeló a la necesidad de "políticos valientes"que lleven a cabo las reformas necesarias. "El que se aferre a las estructuras actuales perderá", señaló. Finalmente, se refirió al "orgullo de sentirnos europeos". "Mi sueño es una Europa orgullosa de su impronta y legado cultural; hay que animar a los europeos a ser europeos", dijo.

Por su parte, el líder del grupo S&D, el italiano Gianni Pittella, comenzó su intervención refiriéndose a la "enésima guerra en Gaza"y pidió a la UE que imponga un alto el fuego y un programa de ayuda humanitaria para la franja. "Europa debe recuperar el mensaje de paz con el que nació", declaró.

Anunció que su grupo apoyaría la candidatura de Jean-Claude Juncker, aunque "esto no es un cheque en blanco", advirtió. "En los próximos meses compararemos nuestro programa con el de la CE y seremos intransigentes", subrayó. En este sentido, hizo hincapié en que habrá una "verificación política anual de los trabajos de la Comisión". Pittella se mostró satisfecho con la referencia de Juncker a la economía social de mercado, aunque dijo que "nos hubiera gustado un mayor compromiso con la flexibilidad"y con el mantenimiento de la directiva sobre la baja de maternidad. "Le tendemos la mano con toda la confianza, no la traicione", concluyó.

El presidente del grupo ECR, el británico Syed Kamall, aseguró que "la elección que se suponía que terminaría con todos los acuerdos a puerta cerrada se ha convertido en la madre de todos los acuerdos a puerta cerrada". Kamall dijo que su grupo no votaría a Juncker por dos motivos: en primer lugar, por su desacuerdo con el proceso de elección del nuevo presidente de la CE y, en segundo lugar, porque "no creemos que usted sea la persona adecuada para liderar Europa en los próximos años".

"Europa necesita un liderazgo que mire hacia adelante y no hacia atrás", declaró Kamall, y añadió que las áreas prioritarias de la nueva Comisión deben ser, entre otras, el establecimiento de un mercado único adaptado a los nuevos tiempos, redes energéticas más interconectadas y la negociación de acuerdos comerciales con terceros países de un modo más abierto y transparente.

El eurodiputado belga Guy Verhofstadt, presidente del Grupo ALDE,destacó que las razones para el "sí"a Juncker de sus 68 diputados son que ha recogido una sugerencia importante como es el no tener que elegir entre austeridad o crecimiento, sino que se ha comprometido a apostar por ambas cosas. "Sin disciplina presupuestaria no se puede concebir crecimiento. Pero también necesitamos un pacto para el crecimiento", resaltó el diputado.

Además, alabó su apoyo al establecimiento de una "inmigración legal"y que se decante por una composición del nuevo colegio de comisarios con igual número de hombres que de mujeres. Verhofstadt pidió tres cosas a Juncker durante su mandato: volver al método comunitario, utilizar el derecho de iniciativa de la CE "sin mirar continuamente a Paris, Berlín o Londres antes de actuar", y generar "una visión para Europa". El presidente del Grupo Liberal Europeo lamentó además la decisión de algunos diputados de los grandes grupos que van a votar en contra de Juncker, ya que "lo que hacen es coaligarse con los antieuropeos e ignorar los deseos de sus electores".

La alemana Gabriele Zimmer (GUE/NGL) se preguntó por qué se ha creado ese foso con los ciudadanos tras las Elecciones Europeas. "Si sigue todo como antes, con el mismo rumbo, Europa va a ser inaceptable", declaró la diputada, quien añadió que "no puede ser que la troika siga una política que sólo intervenga en los Estados para hacer programas de ajustes".

Durante su intervención, la diputada pidió a Juncker que le explicara cómo va a hacer para establecer un salario mínimo en los países con el fin de evitar que la gente caiga en la pobreza.

Philippe Lamberts (Verdes/ALE, Alemania) comenzó su intervención lamentando la situación de 27 millones de ciudadanos europeos que se encuentran sin empleo, 6 de ellos jóvenes, que el 10 por ciento de las personas posean el 60 por ciento de la riqueza, que el medio ambiente esté tan desregulado que pueda producir un incremento de 6 grados en el Planeta, o que Europa esté sometida al chantaje diario de los mercados y a la dictadura de las instituciones financieras.

"Esto es lo que les importa a los ciudadanos", señaló Lamberts, quien opinó que. "hay que hacer que los ciudadanos estén más implicados con una democracia más participativa".

El británico Nigel Farage (EFDD) consideró que "si esto es la democracia europea entonces hay que repensárselo"y destacó que en el Reino Unido "nadie sabía"que votar en las elecciones europeas significaba designar como presidente de la Comisión a Juncker, cuando su nombre no figuraba en ninguna papeleta y además es el único candidato, "como ocurría en la Unión Soviética".

"Es un insulto al elector porque encima va a ser un voto secreto", señaló Farage. Opinó que "después de tanto voto euroescéptico pensó que en Europa se iban a replantear algo, pero veo que no". "Juncker es un fontanero político"que cree "en la antigua Europa de Delors, de Mitterrand o de Khol", cuando lo que se necesita en su opinión es "un auténtico cambio".

Tras la expulsión del eurodiputado comunista griego Konstantinos Papadakis del hemiciclo por tomar la palabra sin que fuera autorizado por el presidente, la eurodiputada francesa no inscrita Marine Le Pen, en nombre de los "no inscritos"resaltó que "los políticos se han repartido los puestos negando lo que han pedido las urnas". "No nos hagan creer que el pueblo ha elegido a Juncker y a Schulz, ambos desconocidos y que no encarnan nada", opinó Le Pen.

"A Juncker le van a dar un poder inmenso a pesar del voto de los ciudadanos", "Juncker ha dirigido un paraíso fiscal. Los patriotas sólo esperamos enviar su mandato al cajón", manifestó la diputada.

A Marine Le Pen le dio las gracias por no votarle.