Juncker propone eliminar la unanimidad en materias de política económica, Defensa y Exteriores

El presidente de la Comisión Europea abogó por reforzar las fronteras exteriores, pondrá en marcha normas para evitar injerencias en las elecciones y fortalecer el euro y recalcó que Reino Unido no podrá mantenerse en ninguno de los mercados únicos tras el «brexit».

Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, abrió hoy su último debate sobre el Estado de la Unión apostando por el liderazgo europeo en los terrenos económicos, sociales y de política exterior. Lamentando los muchos silencios con que el Viejo Continente contempla las sucesivas crisis que afectan al orden mundial, y lejos de ser un discurso de despedida -que también-, el del político luxemburgués se mostró dispuesto a intentar todos los avances posibles en los apenas ocho meses que le restan de mandato. Objetivos que pasan por compaginar lo que a día de hoy parece imposible por las diferencias entre los socios sobre los asuntos que protagonizan la agenda europea en los últimos meses.

En la cuestión espinosa de la inmigración, recalcó que se ha reducido la llegada de inmigrantes un 97% por la ruta oriental y otro 80% en el Mediterráneo central. Aun así propondrá el reforzamiento de las fronteras con 10.000 miembros más de Frontex hasta 2020 y la agilización de mecanismos para acelerar el retorno de los llegados al continente de manera ilegal. También pretende potenciar los acuerdos con África, que, recordó, en el año 2050 albergará a una cuarta parte de la población mundial. Una amenaza demográfica que requiere acuerdos de asociación; para ello la Comisión propondrá una nueva alianza con el continente del sur basada en inversiones que podrían generar diez millones de empleos en sólo cinco años.

Liderazgo también en política exterior, con una voz única ante las grandes potencias mundiales, en economía, llegando a acuerdos comerciales que reflejen la potencia de la Unión, “el mayor mercado del mundo” y en Defensa, con un incremento del 20% del presupuesto. Y en política exterior buscar una voz única para afrontar los grandes desafíos. Por ello busca eliminar las ataduras de la unanimidad en la toma de decisiones en estos terrenos que bloquean la acción de la UE y le niegan su papel de potencia mundial. “Reitero el mensaje”, dijo, “el Tratado de Lisboa permite pasar a la mayoría cualificada, el Consejo puede hacerlo. Existe la ‘cláusula pasarela’, aunque nadie se acuerde”, comentó.

Respecto al Brexit, la Comisión tiene claro que un país no puede pretender disfrutar de las ventajas del club cuando ya no pertenece a él y será un todo o nada, con la intención de facilitar una frontera blanda que respete los acuerdos de Viernes Santo.

Juncker también pretende avances en materias como la seguridad, proponiendo a los grandes del sector mecanismos para cortar una señal en tan solo una hora, “el tiempo crucial” para actuar ante una amenaza terrorista. Y en la cuestión de la hora, aseguró que una vez eliminado el cambio, quedará en manos de los Gobiernos el elegir qué huso horario establecer en sus países.