Portugal
Costa amenaza la investidura de Passos Coelho
El frente de izquierdas portugués nombra a un socialista presidente del Parlamento
La tormenta política que azota Portugal desde las elecciones del día 4 se agravó ayer un poco más después de la elección del ex secretario general socialista Eduardo Ferro Rodrigues como presidente del Parlamento. En una demostración de fuerza, y como anticipo de lo que puede suceder en los próximos días, casi la totalidad de la izquierda parlamentaria –120 diputados– votó a favor del socialista. Ferro Rodrigues se convirtió así en el primer presidente de la Cámara lusa que no procede del partido vencedor en las elecciones. El candidato propuesto por los conservadores, Fernando Negrao, se hizo con 108 votos. Mientras que el centroderecha criticó la ruptura de una «tradición de 40 años», el líder de los socialistas, António Costa, aseguró que su libertad no puede ser manipulada «por cualquier fuerza que quiera bloquear la expresión de los portugueses».
Durante su discurso, Ferro Rodrigues pidió «respeto a la soberanía» del Parlamento, en clara referencia al criticado mensaje enviado por el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, después de señalar el jueves a Pedro Passos Coelho como el principal encargado de formar Gobierno. De perfil conservador y primer ministro en tres ocasiones, Cavaco, que pertenece al partido de Passos Coelho, criticó duramente un hipotético tripartito de izquierdas e instó a los diputados a tener en cuenta «los intereses superiores de Portugal». Estas palabras se interpretaron por muchos medios portugueses como una sugerencia a los 15 diputados socialistas denominados «seguristas» para impedir que la mayoría de izquierdas tumbe la investidura del todavía primer ministro. El grupo, denominado así por su apoyo a António José Seguro frente a António Costa, actual líder del partido, se ha mostrado crítico con el hipotético Gobierno de izquierda, aunque apoyaron ayer la candidatura de Ferro Rodrigues como presidente del Parlamento.
Las palabras de Cavaco causaron también revuelo entre dos de los candidatos a las presidenciales de enero: la socialista María de Belém, que aseguró que el presidente «no puede nunca condicionar la actuación del Parlamento», y el independiente Antonio Sampaio da Nóvoa, por su parte, criticó el mensaje «desafiante y de confrontación» que protagonizó el jefe del Estado. Costa confirmó ayer que frustrará la investidura de Passos Coelho gracias a la mayoría absoluta de la izquierda en el Parlamento. Días antes del pronunciamiento de Cavaco, tanto el Partido Comunista como el Bloque de Izquierda, los dos posibles socios de Costa, aseguraron que el nombramiento de Passos Coelho sería «una pérdida de tiempo».
A pesar de la división interna, las negociaciones de los socialistas con las otras dos formaciones continúan avanzando. Las tres formaciones defendieron que se trataría de un acuerdo de mínimos, centrado en blindar las pensiones y los sueldos de los trabajadores. Sin embargo, ciertas cuestiones técnicas han ralentizado estos últimos días la discusión entre las tres formaciones. Aunque los socialistas se comprometieron a aumentar el salario mínimo, que se sitúa en los 505 euros, se han negado llegar hasta los 600 que exige el Partido Comunista. Por otra parte, el deseo del Bloque de Izquierda por reducir el IVA sobre la electricidad de un 23% a un 6% se ha encontrado el rechazo frontal del partido de Costa, que estima que un descenso tan brusco pondría en riesgo la capacidad de recaudación de las arcas públicas.
Ya que todo apunta a que la izquierda rechazará el nombramiento de Passos Coelho, los conservadores retaron ayer a los socialistas que hagan públicos todos los detalles de su acuerdo con el resto de fuerzas. «Es el momento adecuado para que los portugueses valoren quién está en el lado de Portugal y quién del lado de sus intereses personales», afirmó Luís Montenegro, portavoz del partido de Passos Coelho.
✕
Accede a tu cuenta para comentar