Italia

La ministra estrella de Renzi, en aprietos

Maria Elena Boschi, ministra italiana de Reformas de la Carta Magna y relaciones con el Parlamento, en el Senado
Maria Elena Boschi, ministra italiana de Reformas de la Carta Magna y relaciones con el Parlamento, en el Senadolarazon

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ya tiene su primera polémica ministerial. Y como no podía ser menos en la pintoresca escena política, con una joven diputada como protagonista. La ministra italiana de reformas constitucionales y de relaciones con el Parlamento, Maria Elena Boschi, fue sometida el viernes a una moción de censura, acusada por la oposición de conflicto de intereses, la cual superó con holgura (29 votos a favor y 373 votos en contra). El debate surgió porque su padre, Pier Luigi Boschi, ha sido hasta hace poco vicepresidente de Banca Etruria, una entidad bancaria con serias dificultades de solvencia. Por ello, a comienzos de 2015, ha sido intervenida para que siguiera funcionando con normalidad. La cuestión central es que, además, Boschi padre se convirtió en vicepresidente precisamente pocos meses después de que su hija aceptara el cargo de ministra para Matteo Renzi en 2014. Más allá de cualquier otra investigación pertinente, la oposición vio necesario poner en marcha una votación dedicada exclusivamente a la ministra, hija del directivo de un banco ayudado por las estructuras del Estado italiano. «Decir que Banca Etruria es el banco de la familia Boschi no corresponde a la realidad. Mi padre es de origen campesino y todos los días hacía 5 kilómetros a pie para ir a la escuela», dijo la ministra, que se dirigió a los parlamentarios para decirles: «No os consiento poner en discusión mi honestidad».

Desde luego este caso era demasiado suculento para la oposición como para no aprovecharlo. Estos días el partido de Berlusconi, Forza Italia, a través del diputado Renato Brunetta, aportaba la documentación necesaria para presentar una moción de censura dedicada a todo el Consejo de Ministros. Y deseaban el apoyo de la Liga Norte para mandar una señal más potente contra Renzi. Sin embargo, Forza Italia no votó a favor de la salida de la ministra por recomendación de Berlusconi, un hecho que en la Liga Norte han lamentado con incredulidad: «Si Forza Italia no vota en la próxima moción de confianza contra el Gobierno, nos cabrearemos y volveremos a replantearnos nuestra alianza», explicaba desde Moscú el líder leguista Matteo Salvini.

A pesar de la polémica, la formación política de Renzi tiene los números bien controlados, las cuentas salen para cualquier moción de censura próxima. Hasta el punto de que fuentes internas de Forza Italia admiten a LA RAZÓN que «los votos de la oposición, ciertamente, no dan como para tumbar al Gobierno ni en la Cámara ni en el Senado, pero la moción de censura había que convocarla igualmente». A pesar de ellos, durante el proceso, la oposición ha sido particularmente dura, incluso parlamentarios de la oposición han acusado a Renzi de favoritismo hacia su ministra, dejando entrever que entre ellos podría existir algo más que una estricta relación profesional.