OEA
«La OEA no tiene liderazgo para resolver el conflicto de Venezuela»
El ministro de Planificación del Desarrollo de Bolivia asegura que la Organización de Estados Americanos «no es capaz de construir unidad» en la región. «Bolivia tiene estabilidad política, económica y social, algo que no se da en ningún otro país de la zona», afirma el ministro de Economía de Evo Morales
El cisma que ha abierto la Organización de Estados Americanos (OEA) en la región al invocar la Carta Democrática para abordar la crisis política de Venezuela sigue creciendo entre los países partidarios de ahondar en este proceso y los que se oponen rotundamente. Bolivia, como buen aliado de Venezuela, se encuentra en este segundo grupo. Y así lo reiteró ayer una comitiva de tres ministros bolivianos a su paso por Madrid, donde se reunieron con 90 empresarios para buscar inversiones. “La OEA nos ha decepcionado, no es capaz de construir unidad entre los estados americanos, y no tiene liderazgo suficiente para resolver en el marco del diálogo un tema tan sensible como el de Venezuela”, afirmó en la Casa de América el ministro de Planificación del Desarrollo de Bolivia, René Orellana.
Orellana lamentó que la organización presidida por Luis Almagro haya practicado el “injerencismo” en el caso venezolano y apostó por fortalecer otras plataformas de integración regionales al margen de la OEA, como la Celac y Unasur: “Estos dos son los proyectos de unidad y alianza regional con los que vamos a construir más institucionalidad política y económica”, añadió. Además, Luis Arce, ministro de Economía, remarcó que “Venezuela, al igual que Bolivia, ha sido sujeto de un acoso político permanente y de persecución”.
Caracas también es motivo de disputa en Mercosur, el mercado común en el que participan Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela. A esta ultima le toca presidir de forma temporal dicho organismo, pero el Gobierno paraguayo se opone, lo que ha provocado un nuevo rifirrafe entre los países socios. Arce dijo que en este conflicto Bolivia está con Caracas:“Siempre apoyaremos a Venezuela, es un país hermano que nos ayudó mucho, sobre todo al principio”, dijo Arce.
En su reunión con las empresas españolas en Madrid (participaron Repsol, Telefónica, la Caixa y Técnicas Reunidas, entre otras), el ministro de Economía boliviano explicó que su Gobierno cuenta con un presupuesto de 11.000 millones de dólares para proyectos de infraestructuras y turismo, y varias leyes que garantizan la seguridad jurídica para los inversores extranjeros.
Entre los planes más ambiciosos en infraestructuras destaca la construcción de más de 4.000 kilómetros de carreteras en los próximos cinco años y el tren bioceánico, que unirá Brasil con Perú, pasando por Bolivia. Además, el ministro de Turismo, Marko Marcelo, anunció inversiones por 400 millones de dólares para potenciar el país como destino turístico y renovar y ampliar los aeropuertos internacionales
Arce defendió que su país reúne tres condiciones que no se dan en ningún otro país latinoamericano: “Tenemos estabilidad política, económica y social. Estas tres características no las tiene ningún otro país de la zona y es un atractivo para los inversores. Queremos mostrar a Bolivia como una fuente de oportunidades para las empresas españolas, tanto las grandes como las medianas y las pequeñas”.
Bolivia, proveedor de alimentos
Arce recordó que más de un tercio de la inversión extranjera directa en Bolivia corresponde a España, “un socio estratégico y natural”, y señaló que la energía, las infraestructuras viarias y la industria de la alimentación son sectores atractivos para las empresas españolas. Asimismo, destacó que Bolivia está en condiciones de dar el salto para industrializar los recursos naturales del país y convertirse “en el mayor proveedor de alimentos para la región”.
Arce defendió a capa y espada el modelo de crecimiento boliviano como uno de los más exitosos de la región: “Bolivia ha crecido cuando las materias primas tenían precios altos y ahora sigue creciendo con precios bajos, lo cual desmiente los enfoques de algunos economistas de corte neoliberal”.
También recordó que aunque el FMI prevé un crecimiento para su país del 3,5% este año, organizaciones como la Cepal (la Comisión Económica para América Latina y el Caribe) lo sitúan en el 4,5%, en cualquier caso menor del promedio del 5% anual que ha venido registrado en la última década: “Hemos sido durante tres años el país que más creció y este año también lo vamos a conseguir”, señaló Arce.
A su juicio, este desarrollo continuado responde al hecho de que “Bolivia funciona en base a dos factores: el aprovechamiento de nuestros recursos naturales y la redistribución del ingreso entre los bolivianos”. Arce sostuvo que “Bolivia es cada vez un país más igual” que demuestra “que la redistribución del ingreso hace que las economías puedan crecer de manera más acelerada y homogénea”.
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