Turquía

La OTAN sostiene que la incursión rusa en Turquía «no es accidental»

El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg durante una rueda de prensa en Bruselas
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg durante una rueda de prensa en Bruselaslarazon

Dos violaciones del espacio aéreo turco durante el fin de semana no es un accidente. Así lo aseguraba el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respondiendo a las declaraciones del Gobierno ruso que así lo consideró. La incursión de cazas rusos, después de que Moscú comenzara su intervención en Siria, centrará el debate de los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica cuando se reúnan mañana en Bruselas. «La información de inteligencia de la OTAN sobre la actitud militar rusa en Siria preocupa a los aliados, ya que hay razones para afirmar que no parece un accidente la violación del espacio aéreo de Turquía». Así, la Organización del Tratado del Atlántico Norte ha señalado a Rusia que una incursión así no puede volver a repetirse en el futuro.

Preguntado sobre las intenciones de Rusia, Stoltenberg no quiso entrar a hacer valoraciones. Pero sí pidió que los ataques en Siria se coordinen con la coalición internacional porque no todos los ataques rusos se han dirigido contra el Estado Islámico, aseguraba. «Han atacado a otros grupos de la oposición y muchos civiles han perdido su vida», apostilló. «Hemos visto un aumento sustancial de las fuerzas rusas en Siria, tanto aéreas como tropas terrestres... También hemos visto un aumento de la presencia naval de barcos rusos...Ha habido un refuerzo sustancial militar de Rusia con muchos tipos de fuerzas en las últimas semanas», explicaba el noruego Stoltenberg.

Las reacciones rusas se canalizaron a través del embajador ruso ante la Alianza Atlántica, Alexander Grushko, quien consideraba que la OTAN está utilizando «la incursión accidental de un avión ruso en el espacio aéreo de Turquía para distorsionar el objetivo de los bombardeos aéreos de Moscú en Siria». «La impresión es que el incidente en el espacio aéreo turco se ha usado para meter a la Alianza Atlántica y así distorsionar los objetivos de las operaciones llevadas a cabo por la Fuerza Aérea rusa en Siria», subrayó.

Lejos de rebajar la tensión ocasionada por los vuelos rusos sobre espacio aéreo turco, las Fuerzas Armadas de Turquía informaron ayer de un nuevo caso de acoso, el tercero, por parte de un cazabombardero MiG-29 no identificado sobre aviones turcos en la frontera con Siria. «Un avión Mig-29 de nacionalidad indeterminada enfocó durante un total de 4 minutos y 30 segundos su radar de disparo, sobre los aparatos turcos», señalaron dichas fuentes. El incidente se produjo durante un vuelo de patrulla de ocho cazas turcos F-16 a lo largo de la frontera sirio-turca. «Además, un sistema de misiles basado en Siria realizó acoso por radar durante un total de 4 minutos y 15 segundos», indicaron desde Ankara.

Rusia está utilizando este tipo de aviación militar, los MiG-29, en las operaciones de bombardeo que lleva a cabo en territorio sirio en apoyo del régimen de Asad, aunque también es cierto que las fuerzas aéreas del régimen sirio disponen de este mismo modelo.

Erdogan avisa a Putin

Las violaciones del espacio aéreo turco por parte de aviones militares rusos pueden dañar las buenas relaciones que existen entre los dos países e incluso romperlas, advirtió ayer el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. «Nuestras buenas relaciones con Rusia son obvias. Pero podrían perdernos. Si Rusia pierde a Turquía, perdería mucho», declaró el jefe del Estado. «La OTAN ha emitido un duro ultimátum. No podemos tolerar estas violaciones. Ha habido pasos que no deseamos. Turquía no puede aceptarlos. Esto es algo que va más allá de los principios de la Alianza Atlántica», añadió.

Ankara ha convocado en dos ocasiones al embajador ruso, Andre Karlov, para pedirle explicaciones y el Gobierno turco ha advertido de que tomará todas las medidas para evitar nuevas violaciones de su territorio. Erdogan volvió a pedir el apoyo de la comunidad internacional para establecer una zona de exclusión aérea en el norte de Siria.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso invitó ayer a representantes militares turcos a Moscú para hablar de esta crisis y evitar en el futuro incidentes de este tipo. Mientras, el portavoz de Defensa para la operación rusa en Siria, Igor Konashenkov, explicó que la base aérea de Hmeymim, que acoge la fuerza aérea rusa, se encuentra a unos 30 kilómetros de la frontera sirio-turca y que, con determinadas condiciones meteorológicas, el aterrizaje se debe abordar desde esa zona limítrofe.

Rusia empezó el pasado miércoles a bombardear varias zonas de Siria, en acciones supuestamente dirigidas contra el grupo yihadista Estado Islámico aunque muchos opositores han denunciado que también han sido atacadas zonas residenciales y bases de brigadas opositoras a Bachar al Asad.