Terrorismo yihadista
La Policía turca identifica al cerebro del atentado de Estambul
Ahmed Chataev formaba a milicianos rusos para que se sumaran al Estado Islámico
Las autoridades turcas sospechan que Ahmed Chataev, un checheno a quien se le había dado asilo en Austria hace unos años y había sido absuelto en otro ataque en Georgia, podría haber planeado los ataques terroristas en el aeropuerto de Estambul.
Las autoridades turcas sospechan que Ahmed Chataev, un checheno a quien se le había dado asilo en Austria hace unos años y había sido absuelto en otro ataque en Georgia, podría haber planeado los ataques terroristas en el aeropuerto de Estambul. Así lo afirmó ayer el periódico «Yeni Safak», que aseguró que el sospechoso era un comandante del Estado Islámico (EI) de origen checheno, Ahmed Chataev, al que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo describe como «el comandante del batallón Yarmouk», una facción chechena del grupo terrorista liderado por Abu Bakr al Bagdadi.
Según las primeras informaciones, Chataev era el responsable de la contratación y la formación de milicianos yihadistas de habla rusa. El cerebro del triple atentado del aeropuerto de Kamal Ataturk estaba bajo orden de captura por el Gobierno ruso, según el diario británico «The Guardian». Los tres terroristas que perpetraron la masacre formaban parte de una célula del EI en Estambul, bajo control de Chataev. Los suicidas tenían la orden de tomar rehenes antes de hacer estallar sus cinturones de explosivos. «Los abrigos que llevaban para ocultar sus cargas explosivas, pese al calor, llamaron la atención de civiles y de un oficial de Policía», indica el diario. Según el periódico «Sabah», el balance de la matanza pudo haber sido más elevado si los atacantes no hubieran sido interceptados por un agente de seguridad. Según las investigaciones en curso, los tres kamikazes habrían recibido entrenamiento previo en la ciudad siria de Raqa, y llegaron a Estambul desde sus países de origen, en el Cáucaso y Asia Central, para no levantar sospechas.
La Policía antiterrorista turca arrestó ayer a 11 nuevos sospechosos, todos ellos presuntos miembros del grupo terrorista EI, en relación con la masacre en el tercer aeropuerto más grande de Europa. El diario «Haberturk» señaló ayer que los detenidos son todos extranjeros, entre ellos un ciudadano ruso, quien había tratado de huir del edificio en el que se escondía en el barrio de Basaksehir, en la zona europea. Los arrestos tuvieron lugar durante una redada llevada a cabo al amanecer por agentes antiterroristas.
En total, el número de detenidos por el atentado del aeropuerto de Estambul asciende ahora a 24, entre ellos 15 extranjeros. La Policía turca ha encontrado el piso franco donde se escondieron los presuntos terroristas antes de perpetrar el ataque en Estambul. Según el diario independiente «Hurriyet», los tres asaltantes alquilaron un apartamento en el barrio de Fatih, densamente poblado por sirios, palestinos, libaneses y jordanos, pagando un adelanto de 24.000 libras turcas (7.500 euros) por un año.
Gracias a las evidencias encontradas en ese lugar, los agentes antiterroristas procedieron a realizar las recientes detenciones.
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