Represión en Venezuela
La retórica de Trump envalentona a un Maduro cada vez más aislado
La amenaza de intervención revuelve al régimen mientras Perú expulsa al embajador venezolano
La amenaza de intervención revuelve al régimen mientras Perú expulsa al embajador venezolano.
La presión internacional frente a la crisis política, económica y social que está atravesando Venezuela comienza a hacer peso en el Gobierno de Nicolás Maduro que parece acorralado dentro y fuera de casa. El mandatario y sus ministros cerraron filas para frenar y rechazar las condenas a la Asamblea Constituyente vertidas desde el exterior.
La Declaración de Lima, en la que varios países rechazaron la ruptura del orden constitucional en Venezuela y afirmaron su desconocimiento a la Asamblea Nacional Constituyente, generó una nota de rechazo por parte del Gobierno venezolano. Sin embargo, Perú dio como no recibida la nota de protesta y decidió expulsar al embajador venezolano en suelo peruano, Diego Molero. Le dieron cinco días para irse del país. Por otra parte, en menos de dos semanas, el Departamento del Tesoro de EE UU sancionó a funcionarios venezolanos que atentan contra los derechos humanos, que promovieron la Constituyente y que manejan parte de las finanzas del país. Hubo rechazo, pero Maduro pidió gestionar un encuentro personal o una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, este último afirmó que conversaría solamente cuando en Venezuela exista una democracia plena y en un encuentro con la prensa desde un club de golf no descartó la posibilidad de una intervención militar.
Rechazo generalizado
La primera reacción la tuvo el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien calificó de extremistas las declaraciones de Trump. «Esto es un acto de locura, es un acto de supremo extremismo. Hay una élite extremista que gobierna los Estados Unidos», dijo en declaraciones a la televisora del Estado, Venezolana de Televisión. El ministro aseguró que esperaría la posición oficial de la Cancillería y fue precisamente este sábado que el Ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, se reunió con todo el cuerpo diplomático acreditado en el país para fijar posición y dar explicaciones sobre la «amenaza imperial contra Venezuela.» «Venezuela alerta a la comunidad internacional sobre las amenazas que se ciernen contra la paz y la soberanía. Venezuela hace un llamado a los pueblos del mundo a expresar su sentir contra las amenazas imperiales. Debemos unirnos en nombre de la paz y rechazar la insolente agresión del presidente de los Estados Unidos,» afirmó Arreaza ante los embajadores y demás funcionarios diplomáticos. Al cierre de esta edición, Nicolás Maduro no ha hecho una declaración personal ni oficial al a las amenazas de Trump.
Pese a las críticas a la represión violenta en Venezuela, al menos 25 organizaciones No Gubernamentales rechazaron la advertencia de Trump de tener muchas opciones, entre ellas una intervención militar. Para las ONG la Declaración de Lima que se realizó en días pasados es la opción que ven con mayor acogida. «Rechazamos toda medida de la comunidad internacional, o un país en particular, que signifique producir más sufrimiento para el pueblo de Venezuela. Una posible operación militar contra el gobierno solo traería más violencia y le daría justificación para aumentar sus medidas represivas contra quienes lo critican», se lee en el comunicado. De los países de la región, Colombia fue uno de los primeros en reaccionar. «Rechazamos medidas militares y el uso de la fuerza en el sistema internacional. Todas las medidas deben darse sobre el respeto de la soberanía de Venezuela a través de soluciones pacíficas», reza el texto de la cancillería del país vecino. y negociada a todas las vicisitudes que está atravesando su país vecino
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