Relaciones internacionales
La UE teme que Trump excluya a Londres de los nuevos aranceles
Bruselas recuerda que la Unión es un bloque comercial y todos cumplen las mismas reglas
Bruselas recuerda que la Unión es un bloque comercial y todos cumplen las mismas reglas.
Divide y vencerás. Reino Unido no ha sido capaz de enfrentar a los Veintisiete en las negociaciones del Brexit (más bien todo lo contrario), pero Donald Trump podría estar tentado de dar un tratamiento especial a Londres en la guerra comercial que se avecina entre ambos lados del Atlántico. No hay ningún tipo de confirmación, Washington sigue jugando a la ambigüedad calculada, pero la mera sospecha ya ha comenzado a preocupar en la capital comunitaria. «La UE es un bloque comercial. Todos los Estados miembros cumplen las mismas reglas, así que no queremos ninguna división entre los Estados miembros o la industria», explicó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea Jyrki Katainen. Trump anunció este jueves que solo México y Canadá quedarán exentos de sus aranceles al acero (25%) y el aluminio (10%) que piensa imponer al resto de potencias del globo productoras de estos metales. Washington está renegociando el Acuerdo de Comercio de América del Norte y estas circunstancias obligan a cierta magnanimidad.
Estrategia parecida podría ser utilizada respecto a los Veintiocho. «Nuestro supuesto es que la UE es una entidad completa y que EE UU lo respetará», corroboró ayer la Comisaria de Comercio Cecilia Malsmtröm. La política comercial es una competencia exclusiva de la UE y Reino Unido solo podrá negociar acuerdos con terceros países una vez se haya consumado el Brexit. Uno de los futuros socios preferentes para Londres es precisamente EE UU y existe el temor de que Downing Street vaya preparando el camino para conseguir una relación ventajosa. A pesar de que las tensiones en los últimos meses entre Londres y Washington han sido imposibles de disimular, el ministro de Comercio, Liam Fox, anunció ayer contactos con las autoridades estadounidenses la próxima semana en defensa de su propio sector metalúrgico. El acero británico es utilizado para la construcción de submarinos militares y Londres parece dispuesto a utilizar esta baza, aunque esto sea una deslealtad con sus todavía socios y no esté permitido por las leyes europeas.
Llueve sobre mojado
Trump celebró con júbilo el Brexit como un modo de desestabilizar al bloque europeo y una de las primeras visitas a la torre Trump cuando aún no había jurado su cargo como nuevo presidente de EEUU fue protagonizada por el líder eurófobo de UKIP, Nigel Farage. El inquilino de la Casa Blanca también parece dispuesto a jugar con fuego e incluso vincula la exención de los aranceles a que los socios de la OTAN contribuyan más al gasto militar de la Alianza. La UE se niega a este chantaje. Todo indica que la guerra comercial auspiciada por Trump no tiene nada que ver con una supuesta competencia desleal por parte de la UE -Bruselas niega que esté vendiendo acero por debajo de su precio de coste y está dispuesta de defender su posición frente a la Organización Mundial del Comercio sino con una estrategia de presión política en diversos frentes.
Mientras comienzan a sonar los tambores de guerra, Bruselas sigue confiando en la capacidad de diálogo con EE UU. Se espera que Trump ponga en marcha estas tarifas arancelarias en 15 días y la UE, aunque está decidida a devolver el golpe, también prefiere agotar todos los plazos mientras teje alianzas con terceros.
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