La UE se fija un plazo de cinco años para reconocer a Palestina

Mogherini, la jefa de la diplomacia europea, insta a Israel a paralizar los asentamientos en Cisjordania.

Parece que algo se está moviendo en la estrategia europea después de que Suecia de manera unilateral haya reconocido a Palestina como Estado sin la aquiescencia de Israel. A pesar de esto, todavía es pronto para hablar de una posición común o de una corriente mayoritaria que vaya a seguir los pasos de Estocolmo a corto plazo. Un tema delicado, que hoy se debate en el Congreso de los Diputados español y que está provocando movimientos similares en otros países, como Francia y Reino Unido.

Tras la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los Veintiocho, el titular español, José Manuel García-Margallo, quiso dejar claro que, independientemente de la moción que se apruebe en el Congreso durante la jornada de hoy, no habrá un movimiento inmediato por parte de España similar al ocurrido en Suecia tras la llegada al poder del nuevo ejecutivo socialdemócrata. «No hay plazos», respondió a los periodistas sobre este hipotético reconocimiento y repitió en varias ocasiones la necesidad de esperar el «momento adecuado» para que esta decisión no se convierta tan sólo en un «gesto simbólico», sino en «un valor añadido a las conversaciones de paz», con el fin de que los sectores moderados de ambos lados queden reforzados. «Mientras la gente habla, no se mata», resumió tajantemente.

La nueva Alta Representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, se ha fijado como prioridad en los próximos cinco años el reconocimiento de Palestina como Estado y su primer viaje fuera de territorio europeo como nueva jefa de la diplomacia comunitaria ha sido a Oriente Medio. Tras la reunión celebrada ayer, la Unión Europea ha vuelto a hacer un llamamiento a Israel para que cese la construcción de asentamientos en la franja de Cisjordania ocupada tras la guerra de 1967 y ha advertido de que con estos movimientos se «está poniendo en peligro la posibilidad de una Jerusalén que sirva como capital a dos Estados». «Sabemos muy bien que lo que necesitamos no sólo es el reconocimiento [de Palestina como Estado], sino la construcción de un Estado palestino que pueda vivir junto al israelí en paz y seguridad», declaró la Alta Representante a su entrada a la reunión en Bruselas.

En términos parecidos se manifestó el representante español. «Se está agotando el tiempo», advirtió García-Magallo, a la vez que mostraba su preocupación por una hipotética fractura de Cisjordania si el Estado de Israel continúa con los asentamientos declarados ilegales por la legislación internacional y, con ello, la posibilidad siempre defendida por parte de Bruselas de dos Estados que convivan en paz.

A pesar de la condena por los asentamientos israelíes, la Alta Representante negó las informaciones que hablaban de una ronda de sanciones por parte de la Unión Europea. En las últimas horas, el periódico israelí «Haaretz» había informado de unos supuestos planes por parte de las cancillerías europeas consistentes en la llamada a consultas de los embajadores israelíes en territorio europeo y la denegación de visados a los habitantes israelíes de Cisjordania.

A pesar de que es cierto que el debate sobre el reconocimiento de Palestina se ha abierto en algunas delegaciones europeas, el texto de conclusiones tras la reunión de ayer no presenta ningún tipo de mención a este punto específico, más allá de los tradicionales llamamientos al diálogo y a la coexistencia de los dos Estados. «La posición se materializará cuando la Alta Representante fije su posición en el Parlamento Europeo», respondió el ministro español de Exteriores mientras recordaba que este tema tan sólo se había tratado en una comida informal durante el encuentro de ayer y la necesidad de actuar de manera coordinada «si queremos ser efectivos», ya que en política exterior «es mejor navegar acompañados». La Alta Representante también ha hecho un llamamiento para una «respuesta coordinada» a nivel europeo a pesar de que sigue siendo competencia nacional el reconocimiento de un territorio como Estado. Una de las grandes incógnitas en el tablero de las relaciones exteriore, es la posición alemana, tradicionalmente pro israelí.

A través de su embajador en España, Israel ya ha manifestado su oposición a cualquier reconocimiento unilateral, ya que esto sólo daría el mensaje a los palestinos de que «pueden conseguir lo que quieran sin negociar».

En el texto aprobado tras el encuentro de ayer, los Veintiocho inciden en un «cambio fundamental de la situación política, económica y de seguridad en la franja de Gaza» con una mención especial al fin del bloqueo y un llamamiento urgente para a conseguir un alto el fuego perdurable en línea con el acuerdo suscrito en El Cairo.