Unión Europea
Letta y Hollande se alían para conseguir la unión bancaria
François Hollande encontró ayer un nuevo aliado contra la imperante austeridad alemana en el recién nombrado primer ministro italiano, Enrico Letta. Durante un encuentro en el Elíseo y dentro de la minigira europea que el jefe del Gobierno italiano realiza estos días, ambos dirigentes se erigieron a la cabeza de un frente común para dejar claro que la disciplina presupuestaria y la consolidación fiscal a la que se han sometido los socios de la UE deben dar paso ya a políticas de crecimiento. Un frente al que podría unirse España, con cuyo presidente, Mariano Rajoy, Letta, se reunirá el lunes, aunque el italiano negó ayer la idea de un eje París-Roma en detrimento de Berlín. «El trabajo que conjuntamente haremos Italia y Francia, y lo que elijamos en cada momento, ayudará a Europa y también a Alemania», dijo Letta en el palacio del Elíseo, junto a Hollande, en la rueda de prensa.
Ambos coincidieron en que Europa debe concentrarse ahora en impulsar estrategias de crecimiento con la misma voluntad y determinación con que se ha estado exigiendo el ajuste de las cuentas. «Tenemos una obligación hoy que es hacer el mismo esfuerzo, pero esta vez por el crecimiento, la actividad económica, el empleo –y el empleo juvenil– y hacer que Europa pueda abrir una nueva etapa sin necesidad de cuestionar la seriedad presupuestaria», afirmó Hollande, para quien los instrumentos existen y sólo hace falta ponerlos en funcionamiento. Según el presidente galo basta con activar las cuatro palancas que a su juicio permitirían a la Unión arrancar de nuevo sin que la máquina se gripe por culpa de exceso de austeridad. Lo primero sería aplicar el pacto de crecimiento presentado por el propio Hollande tras su elección en mayo de 2012 y hacer realidad la unión bancaria «para bajar los intereses de los países con grandes cargas y garantizar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas». También abogó por la necesaria coordinación de políticas económicas entre los países en recesión y los que tienen balanzas comerciales excedentarias, y por mejorar la competitividad.
En negociaciones con Bruselas para ampliar los plazos en el cumplimiento de los objetivos de reducción del déficit, el jefe del Estado francés subrayó que «la trayectoria de retorno al equilibrio presupuestario debe adaptarse a la realidad del crecimiento económico», e insistió en que su país está cumpliendo sus compromisos disminuyendo, entre otros, el gasto público. De hecho, los dos líderes se comprometieron a trabajar para obtener de aquí al Consejo Europeo de junio avances concretos respecto a la construcción de la unión bancaria, «una prioridad», indicó Letta. «Está ahí, ya existe, está decidida, ahora falta hacerla y no hay tiempo que perder», apremió el jefe del Gobierno italiano, que calificó de «satisfactorio al 100%» el primer encuentro con Hollande.
Sin embargo, los dirigentes europeos hasta ahora sólo se han puesto de acuerdo sobre las grandes líneas de una supervisión única bancaria en la zona euro, bajo la dirección del Banco Central Europeo (BCE), que debería estar operativa en 2014. De cara a esa cumbre, Italia quiere desempeñar un rol central dentro de las discusiones comunitarias y ser «protagonista», señaló Letta.
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