Cuba

López rechaza ser liberado a cambio de cancelar el revocatorio

En su reunión con Zapatero, el preso político insistió en la importancia del referéndum legal contra Maduro, que sigue en pie

El presidente de Cuba, Raúl Castro, charla con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, y el secretario general de la Asociación de Estados Caribeños (AES), ayer, en La Habana
El presidente de Cuba, Raúl Castro, charla con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, y el secretario general de la Asociación de Estados Caribeños (AES), ayer, en La Habanalarazon

En su reunión con Zapatero, el preso político insistió en la importancia del referéndum legal contra Maduro, que sigue en pie

La visita del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero a la cárcel de Ramo Verde, donde está preso el líder opositor Leopoldo López, pilló por sorpresa a todo el mundo, incluso a su propio padre, Leopoldo López Gil, así como a la opinión pública. El progenitor del preso dijo, a través de su cuenta en Twitter, que «la reunión con Zapatero fue una sorpresa para Leopoldo. No sabemos quién ni para qué la permitieron. Sólo sabemos que fue una sorpresa». El encuentro entre el ex presidente y el opositor duró aproximadamente dos horas.

Hubo medidas especiales para quienes estuvieron en la comitiva que fue a Ramo Verde: no podían hablar antes de la visita, al ingresar a la prisión militar tuvieron que apagar los móviles para que no quedara registro y tampoco pueden desvelar lo que se habló allí. De hecho, ni el partido que fundó López, Voluntad Popular, ni su esposa Lilian Tintori han hecho alusión a lo que se trató el sábado. Por parte del Gobierno chavista, que fue el que permitió la visita, tampoco se han pronunciado al respecto. Rodríguez Zapatero llegó a Caracas hace unos días para abonar el terreno de un posible diálogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro, en el que viene mediando en compañía de Manuel Torrijos y Leonel Fernández. En la reunión entre Zapatero, Torrijos y Fernández con el chavismo (del viaje anterior), trascendió entonces que la oferta de negociación sería la libertad de algunos presos políticos, entre ellos Leopoldo López, a cambio de cancelar el referéndum revocatorio. Ya en mayo, la MUD rechazó el «intercambio» y el sábado pasado fue el propio López quien se lo trasladó en persona al ex presidente del Gobierno español. Él no cambia su libertad por un proceso que es totalmente legal de acuerdo a la Constitución venezolana y por el que tanto ha luchado la oposición.

Al tiempo que Zapatero se ha convertido en un mediador clave en la crisis venenzolana, al ser un intermediario bien visto tanto por el Gobierno como por la oposición, hay voces críticas que consideran que su visita sorpresa a López sirve de marco para desviar la atención de la grave crisis que atraviesa Venezuela: escasez de alimentos y medicinas y la exigencia de un referéndum revocatorio que cese a Maduro del poder, así como la invocación de la carta democrática por parte de la Organización de Estados Americanos.

Expertos políticos consideran que si realmente el Gobierno desea un diálogo franco, tal como dijo el sábado Maduro, se debe incorporar a López, encarcelado por ser acusado de dirigir movimientos violentos contra las políticas gubernamentales en 2014. El Consejo Nacional Electoral ha buscado, por diferentes vías, la forma de dilatar el proceso de un revocatorio que promueve la oposición venezolana. Hace más de un mes recogieron casi dos millones de firmas y todavía no han recibido respuesta para que esas voluntades se ratifiquen. Las rectoras del cuerpo electoral, de tendencia oficialista, han pospuesto en cinco ocasiones una reunión con la MUD para explicar los siguientes pasos. La coalición opositora insiste en quedarse en la calle como método de presión.

La «conjura» del Caribe contra la OEA

La Asociación de Estados del Caribe (AEC) concluyó ayer en La Habana su VII Cumbre con el reto de lograr una mayor unidad frente a desafíos comunes, donde se hizo especial hincapié en el respaldó al diálogo político en Venezuela. Maduro, acompañado por el líder cubano Raúl Castro, agradeció esa iniciativa y llamó a los gobiernos del continente a no dejarse someter por las presiones brutales para intentar aislar a su país, en referencia a la aplicación de la Carta Democrática de la OEA contra Venezuela, lo que a su juicio sería una «vergüenza». «Es un instrumento de dominación imperialista», añadió Raúl Castro.