Los demócratas fijan como prioridades el «Obamacare» y paralizar el muro

Buscan limitar la agenda del presidente mientras sus votantes piden la apertura de un «impeachment».

Todavía en plena resaca electoral, los demócratas impulsan su plan de trabajo para sacarle el mayor rendimiento posible a su nueva mayoría en la Cámara de Representantes. La pérdida de control sobre el Congreso por parte de los republicanos limitará de manera destacada la capacidad del presidente Trump de sacar adelante su agenda política, obligándole en muchos casos a negociar con sus rivales para lograr la aprobación de sus medidas en la Cámara Baja.

La agenda política de los demócratas, por otro lado, tumbará decisiones populistas de Trump y marcará como prioridad del Poder Legislativo preservar la reforma sanitaria y paralizar la supuesta construcción del muro fronterizo con México.

Aunque los votantes demócratas añaden otra petición a esa lista de prioridades del Congreso: un «impeachment» al presidente estadounidense. Así lo pone de manifiesto una encuesta de opinión realizada por Reuters, donde publica las preferencias de los ciudadanos en la futura toma de decisiones que los demócratas podrán tener en el Congreso a partir del próximo 3 de enero. Tanto la reforma sanitaria, tumbada por los republicanos, como el «impeachment» a Trump por la injerencia de Rusia son los temas que más preocupan a los votantes demócratas. El 43% de los encuestados quiere que el controvertido juicio político sea una prioridad.

Otra de las medidas impulsadas por el presidente Trump que tampoco podrá ver la luz sin la mayoría republicana en la Cámara Baja es la construcción del muro. Trump ha sabido utilizar estratégicamente el conflicto de la caravana migrante para rescatar votos, generando mayor controversia y división que nunca en el país por sus políticas antiinmigración. El presidente solicitó 6.000 millones de dólares del presupuesto federal para financiar la construcción del muro en 2019, aunque, según los expertos, se necesitan más de 25.000 millones. El presupuesto debe ser aprobado por ambas cámaras, lo que ahora es improbable.

«Quizás no podamos hacer un trato sobre el muro, pero queremos hacer algo sobre la sanidad. Hay muchas cosas que podemos hacer juntos», dijo Trump tras conocer que perdía la mayoría republicana en las elecciones. Y es que ni siquiera controlando la totalidad del Congreso los republicanos han conseguido ponerse de acuerdo para derogar el «Obamacare» durante los dos primeros años de Trump. Ahora, con los demócratas controlando la Cámara de Representantes, la intención de Trump de eliminar la reforma sanitaria impulsada por Obama queda anulada.

Los demócratas podrán designar también a sus legisladores en comisiones parlamentarias, como por ejemplo la del Comité de Inteligencia, donde se inició la investigación sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016. Investigación que comenzó con los republicanos al mando y que ahora, con los demócratas en mayoría, podría reabrirse y ampliarse.

Pocas horas después de conocer los resultados electorales, Trump sorprendía con el anuncio de la renuncia forzada del Fiscal General, Jeff Sessions, a petición del propio presidente. Un secreto a voces en las últimas semanas, cuya noticia ha desviado la atención de los agridulces resultados obtenidos por el Partido Republicano en estas «midterm» y abre una caja de Pandora que podría traer consecuencias nefastas para Trump y la investigación sobre la trama rusa. La salida de Sessions y la próxima entrada en su lugar de Matthew Whitaker, cercano al presidente, reabre el debate sobre la falta de independencia judicial y los posibles obstáculos de la Administración Trump hacia la investigación del fiscal especial, Robert Mueller, sobre las interferencias de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.

Trump retira la acreditación a un periodista de la CNN

La última disputa del presidente con sus enemigos mediáticos estuvo protagonizada por el presentador de CNN Jim Acosta durante una conferencia de prensa postelectoral. Trump le quitó la palabra y el periodista no se quiso callar. Para sorpresa de Acosta, a su salida de la Casa Blanca el presidente había ordenado la retirada definitiva de su credencial de prensa. Una medida sin precedentes que ha generado reacciones a lo largo y ancho de Estados Unidos.