Irlanda del Norte
Los periodistas, en el punto de mira de los terroristas del IRA
El pistolero que acabó con la vida de la informadora era consciente de quién era la víctima y la repercusión que produciría el crimen que iba a perpetrar.
El pistolero que acabó con la vida de la informadora era consciente de quién era la víctima y la repercusión que produciría el crimen que iba a perpetrar.
El terrorismo que practica el nuevo IRA es algo que ha estado ahí en los últimos años y del que se ha informado muy poco, al menos en España, por aquello de que podía ser políticamente incorrecto. Los acuerdos de Viernes Santo de hace 21 años, que cerraron en falso el problema del terrorismo en Irlanda, ha sido siempre invocados por ETA y el resto del separatismo vasco, como un referente.
A la banda criminal española la vencieron operativamente las Fuerzas de Seguridad del Estado, pero no ha ocurrido lo mismo con su brazo político que, cada día que pasa, parece cobrar mayor fuerza y protagonismo.
Ha tenido que ser, una vez más, el asesinato de un periodista, en este caso de Lyra McKee, el que haya puesto sobre el papel la realidad de un terrorismo que nunca ha desaparecido, como publicaba LA RAZÓN en su web el pasado 25 de febrero .
Todo parece indicar que el pistolero que acabó con la vida de la informadora era consciente de quién era la víctima y la repercusión que produciría el crimen que iba a perpetrar.
El asesinato se produjo en el curso de una operación de la Policía irlandesa (PSNI) en la que los agentes trataban de localizar “armas de fuego y explosivos que se estaban almacenando en el área. Creemos que los republicanos disidentes tienen una serie de ataques planeados y evaluamos que es probable que se iban a utilizar durante el período de Pascua. Cuando comenzamos esas búsquedas, justo después de las 9 pm, se reunió una multitud y, en poco tiempo, se lanzaron más de 50 bombas de gasolina a los oficiales. Dos vehículos también fueron secuestrados e incendiados”, según un portavoz del PSNI.
Es decir que los supuestos alborotadores actuaban a las órdenes de los terroristas para dificultar la acción de los agentes de la Policía.
"Este asesinato demuestra claramente que cuando los terroristas traen violencia y armas a la comunidad, la ciudadanía corre un grave peligro. Está muy claro que no les importa a quién perjudican", agregó el mismo portavoz. “No hay duda de que las personas que están detrás de la violencia de la noche anterior en las calles de esta ciudad (...) querían matar (también) a una policía, pero se llevaron la vida de una periodista”.
El terrorismo, con sus acciones criminales, busca sobre todo la publicidad, por lo que los medios de comunicación no pueden caer en la trampa de hacer de altavoz de los pistoleros. Otra cosa, es informar denunciando su criminalidad, sus contradicciones, en defensa de la democracia y del Estado de Derecho. Lo que no se puede pretender es silenciar la realidad porque lo único que se consigue es que el terrorista vaya buscando objetivos cada vez más “visibles” para hacer notar su siniestra presencia. Y esto es lo que ocurrió ayer en Irlanda.
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