Política

Crisis política en Italia

Los sesenta días de fuego de Renzi

Una vez que acceda al poder, el líder de centro izquierda italiano quiere activar una agenda reformista de corte liberal para poner fin al declive del país transalpino

Matteo Renzi al ser elegido como candidato a primer ministro de Italia
Matteo Renzi al ser elegido como candidato a primer ministro de Italialarazon

Matteo Renzi sabe bien cuál es su punto débil: la falta de legitimidad. Se va a convertir en el próximo primer ministro italiano sin haber pasado por las urnas. Tampoco ha recurrido a él el presidente de la República, Giorgio Napolitano, como opción de emergencia para salvar el país debido a la asfixia de la crisis económica o institucional, como sí que hizo con sus dos antecesores en la jefatura del Ejecutivo, Mario Monti y Enrico Letta. El secretario general del izquierdista Partido Democrático (PD) llega al poder en Italia porque así lo ha querido.

En el discurso con el que fulminó a Letta el pasado jueves, dedicó sólo un par de apuntes a justificar su asalto a Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno. Propuso un «cambio de dirección, de velocidad y ritmo» pues, a su juicio, en los dos meses precedentes, el Gabinete había bajado su efectividad. Esos dos meses son precisamente los que han transcurrido desde que Renzi se hizo con las riendas del PD al arrasar en las elecciones primarias. Tras su victoria, fue sometiendo a Letta a una sibilina labor de zapa interna que culminó esta semana con su defenestración pública.

«Ésta no es la manera con que soñaba llegar al poder, pero no tenía alternativa. Me había hecho a la idea de ganar las elecciones, conseguir millones de votos y vencer a la derecha», le habría comentado el primer ministro in péctore a los suyos, según el diario «Corriere della Sera». Pese a la anormalidad que supone su arribo al Gobierno de esta manera, él se siente seguro: «El consenso no me falta. Para mí hubiera sido mejor celebrar elecciones de inmediato, pero no era lo mejor para el país. No podíamos ir a las urnas sin una nueva ley electoral. Con el actual sistema habríamos tenido que conseguir alianzas de por vida».

Para convencer a los italianos de que representa la solución a sus problemas y lograr además que se olviden pronto de la maquiavélica manera con que ha acabado con su compañero de partido, Renzi quiere que su Ejecutivo comience fuerte. La clave, para él, está en los dos primeros meses. «Quiero 60 días de fuego», le habría dicho a los suyos, según el periódico «Avvenire», propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana. Para el todavía alcalde de Florencia hay que meterse en el bolsillo a los ciudadanos antes de la próxima cita electoral, los comicios europeos, que se celebran del 22 al 25 de mayo.

Las medidas que el secretario general del PD quiere sacar adelante en estos «60 días de fuego» serán de dos tipos: unas irán dirigidas a reactivar la economía, otras a reformar la estructura institucional del Estado italiano. En este segundo grupo la estrella será la nueva ley electoral, pactada ya con Silvio Berlusconi y a la espera de la tramitación parlamentaria. También quiere Renzi acabar con el bicameralismo perfecto vaciando de poder al Senado. Para impulsar el magro crecimiento económico y dar al mismo tiempo una alegría a trabajadores y empresarios, planea reducir los impuestos laborales, facilitar la contratación de jóvenes e incentivar la investigación. El plan de choque está valorado en 4.500 millones de euros.

Renzi pasó en Florencia el que probablemente será su último día como alcalde, pues se espera que Napolitano le haga hoy el encargo de formar Gobierno. Aunque se creía que iba a liderar la representación del PD en la ronda de consultas con el jefe del Estado, al final no viajó a Roma. Su partido se encargó de indicarle su nombre al presidente de la República como mejor candidato a liderar el nuevo Ejecutivo.

Si finalmente Renzi es el encargado de formar Gobierno tendrá que realizar una ardua negociación con el Nuevo Centroderecha y las otras fuerzas centristas, Elección Civica y el grupo Populares Para Italia-UDC, que le han dado su apoyo condicionado.

Como en el caso de Letta, Renzi no tendría problemas para que su Gobierno supere el voto de investidura en la Cámara de los diputados, pues su partido cuenta ya con la mayoría absoluta de 293 de los 316 escaños.

La situación más difícil se dará en el Senado, ya que el PD cuenta con 107 escaños y la mayoría absoluta es de 161, por lo que los 31 del Nuevo Centroderecha de Alfano, los siete de Elección Civica y los 12 del grupo Populares Para Italia-UDC son fundamentales.

Movimiento 5 Estrellas

La jornada de ayer también fue la de la protesta del Movimiento 5 Estrellas (M5S), liderado por el cómico Beppe Grillo, que organizó una concentración ante la Cámara de los diputados contra la gestión de esta crisis de Gobierno y rehuyó acudir a la ronda de consultas.

Tampoco participó en esta ronda la ultraderechista Liga Norte, al considerar que no hacía falta consultar una solución que ya estaba escrita, explicó su líder, Matteo Salvini.

¿Cómo es el nuevo hombre fuerte de Italia?

1.- El futuro primer ministro más joven de la historia de Italia nació en 1975 en Florencia. Pertenece a una familia de alta alcurnia. La familia Renzi tiene fuertes vínculos con el Vaticano.

2.- Entró en política siguiendo los pasos de su padre que ostentó un cargo local en la Democrazia Cristiana (DC). Matteo se inició en el CDC y en su «madurez» dio el paso al Partido Democrático.

3.- Fue Boy Scout en su adolescencia y en los campamentos conoció a su mujer Agnese, con la que tiene tres hijos. Utiliza su pasado de Boy Scout para ganarse la confianza de la gente.

4.- Con 19 años, participó en cinco ediciones de la Ruleta de la Fortuna. Obtuvo uno de los premios grandes, el equivalente a 25.000 euros actuales. Fue su estreno como «celebrity» televisiva.

5.- En 2004, con 29 años, fue elegido presidente de la provincia de Florencia, convirtiéndose en el más joven de la historia. Todo un augurio de su carrera.

6.- Es un líder 2.0. Maneja los medios de comunicación con soltura. Igual que Berlusconi. Utiliza latiguillos y «hashtags» con gran alcance. Tiene un lenguaje más informal y directo.

7.- Como buen italiano cuida su imagen. Es habitual verle haciendo footing o en bicicleta por Florencia. En su vestuario no falta una «chupa» de cuero que le da un aire rebelde.

8.- Ha recibido los motes de «peleón» y «demolition man». Él mismo se ha definido como un dirignete «muy ambicioso». Hay quien le compara con Obama por su discurso de cambio.

9.- Su mujer Agnese estuvo en el centro de su última polémica cuando fue vista acudiendo a su lugar de trabajo, una escuela de Florencia, con el coche oficial del Ayuntamiento.

10.- Tony Blair y su «tercera vía» es su referente político pero corre el riesgo de convertirse en Gordon Brown por no pasar por las urnas.