Machado: «No hay delito ni pruebas, pero me quieren aterrorizar»

El chavismo sigue su embestida contra la oposición. A la detención de Leopoldo López, quien permanece en prisión desde febrero pasado, se le suma desde ayer la acusación que recae sobre la ex diputada María Corina Machado, a quien se le abrió un proceso judicial por una supuesta participación en un plan para atentar contra el presidente Nicolás Maduro. Por esta causa, la ex parlamentaria venezolana compareció ante el Ministerio Público (Fiscalía) para responder a estas acusaciones, que calificó de «patraña».

Después de pasar varias horas en las dependencias judiciales, Corina salió libre y con un cargo más, el de «conspiración» para matar a Maduro. A la salida se muestra sonriente, aunque pasa de largo, directa, para reunirse con sus asesores. En mitad del tumulto accede a atender la llamada de LA RAZÓN. Cuenta cómo fue la vista y los próximos pasos a seguir. «Veo a la oposición unida. He sentido todo el apoyo de muchos líderes políticos, organizaciones, estudiantes, Iglesia... ¡lo vamos a lograr!» , dice orgullosa. «Fue como es todo contacto con la Justicia en Venezuela, no hay delito ni pruebas, pero la Justicia tiene la orden de aterrorizar a la población crítica. Fui imputada por conspiración, delito penado con 17 años de cárcel», añade la ex diputada.

«El siguiente paso será ser acusada formalmente o sobreseída si el desarrollo de la investigación no arroja pruebas. Pero ya tenemos otros antecedentes... Desde sindicalistas a políticos que simplemente se enfrentaron al régimen. No nos olvidemos de que más del 80% de la población quiere un cambio. A mí me están cobrando eso. Defender la constitución, denunciar la corrupción del Gobierno de Maduro». «La crisis en Venezuela no puede esperar, los hospitales han colapsado, masacres en las cárceles, y Maduro no sabe cómo canalizar el cambio. Los venezolanos tenemos todo el derecho a pedir un cambio. La vía menos traumática es que renuncie, como han renunciado otros dictadores de la historia», agrega.

La líder opositora insistió en su mensaje de que es más que nunca la hora de la lucha cívica, pero lo cierto es que la oposición se encuentra descabezada. Con las protestas estudiantiles apagadas, el líder de la disidencia, Henrique Capriles, optó por el camino suave, criticando sin exabruptos al Gobierno desde su feudo, la Gobernación de Miranda. La otra parte de la oposición que representan López y Corina Machado abogan por la salida de Maduro y el chavismo a través de la celebración de un referendo.

Hay una tercera vía. Dejar que el desastroso Gobierno del presidente caiga por su propio peso. Todo indica que Venezuela necesitará reventar antes del gran cambio, ya está al límite. El proceso es lento, pero la cuenta atrás comenzó y los últimos recortes presupuestarios ante la caída del precio del petróleo sólo auguran tiempos aún más difíciles y convulsos.

Con esta caza de brujas la madre bolivariana sigue engendrando mártires bastardos e incluso candidatos presidenciables con peso a nivel internacional que antes no tenían. En el caso de Corina Machado la han elevado a las alturas de los cielos opositores, han creado una heroína. Así se percibió a su llegada triunfal al Ministerio Público. A través del círculo más cercano que la acompañaba, ataviada con blusa azul celeste y unos vaqueros, viajó en un autobús blanco escoltada por sus seguidores, que no dejaron de hacerse vídeos y fotos con ella a lo largo del trayecto. Al bajarse se acercó a los antidisturbios para saludarles. Las caras atónitas de los policías quedaron reflejadas en diferentes instantáneas. Con una gran sonrisa y las manos entrelazadas, caminó unos metros rodeada de cientos de simpatizantes. Al borde de la valla, una última mirada al cielo, con las manos en posición de rezo. Un gesto que sonó a plegaria, sin que su rostro denotara en ningún momento miedo.