Terremoto

Terremoto en Indonesia: Cinco españoles evacuados en la ladera del Rinjani

Casi 700 senderistas quedaron atrapados en el volcán indonesio tras un terremoto de 6,4 de intensidad

Un grupo de turistas descansan ayer en la localidad de Sembalun después de haber completado el descenso del volcán / Foto: Reuters
Un grupo de turistas descansan ayer en la localidad de Sembalun después de haber completado el descenso del volcán / Foto: Reuterslarazon

Casi 700 senderistas quedaron atrapados en el volcán indonesio tras un terremoto de 6,4 de intensidad

Cerca de 700 senderistas que permanecían ayer atrapados en el monte Rinjani, en la isla indonesia de Lombok, un día después del terremoto de magnitud 6,4 que provocó grandes desprendimientos de rocas en las laderas del volcán, comenzaron ayer a descender tratando de alcanzar zonas al pie de la montaña accesibles a los equipos de asistencia. Según el Ministerio de Exteriores, los cinco españoles que se hallaban en la zona han sido ya localizados, se encuentran bien y ya han sido evacuados a zonas seguras por nuestros representantes consulares, detalló ayer el ministro Josep Borrell en rueda de prensa.

Las autoridades indonesias elevaron ayer el número de víctimas mortales a 16, y a 335 el de heridos, con cientos de edificios dañados. «Pensé que iba a morir», declaró John Robyn Buenavista, un joven estadounidense de 23 años que se encontraba en la cima del Rinjani en el momento del seísmo. «Me aferré al suelo y sentí que el terremoto era eterno. Vi a la gente caer, todo era muy confuso».

Los responsables del parque nacional informaron ayer de que la ruta principal hasta la cima, de 3.726 metros, había sido despejada y un helicóptero estaba llevando material y comida para los montañeros que permanecían allí. Eran 689, según Sutopo Purwo Nugroho, un portavoz de la agencia nacional de desastres naturales. «Cientos de senderistas en las zonas de ascenso no pudieron bajar porque los caminos quedaron cubiertos de escombros de las laderas, y temían nuevos desprendimientos», añadió Sutopo.

Dentro de los 637 extranjeros inscritos para escalar la montaña el pasado viernes y sábado, los tailandeses eran el grupo más numeroso (337), seguidos de franceses, alemanes y españoles. Los responsables del parque confiaban ayer que al final del día unos 500 habrían bajado al pie de la montaña. Uno de los desprendimientos atrapó a un grupo de seis turistas en uno de los cráteres, lo que requirió la colaboración de un grupo de unos cien soldados, policías y miembros de los equipos de rescate para sacarlos de allí, mientras los helicópteros vigilaban desde el aire en previsión de nuevos corrimientos de tierras.

Lo habitual es que lleve dos días y una noche ascender a la cima del Rinjani y descender de nuevo, informa la web del parque nacional. John Robyn Buenavista, el turista norteamericano, comenta que cuando se produjo el terremoto estaba en los bordes del cráter, y lo primero que pensó fue que había entrado en erupción. «Empecé a correr por el camino por el que había ascendido. En un momento dado, vi a gente con medio cuerpo entre las rocas. Y yo no me podía mover. Me sentí paralizado, no me podía mover. Los guías me gritaban ''no mueras, no mueras''. Uno de ellos me sacudió y me cogió la mano. Me dijo que teníamos que irnos, y que todo iría bien». Reuters