EE UU
Matt Gaetz, el verdugo de McCarthy que pocos republicanos quieren en la Cámara de Representantes
El Comité de Ética de la Cámara estudia expulsar al republicano por conducta sexual inadecuada y financiación ilegal
Matt Gaetz, el republicano que ha puesto patas arriba los cimientos de la democracia de Estados Unidos, es ahora mismo ¨el tipo menos popular en el Congreso¨, aseguraba el periodista Jimmy Kimmel en su programa de televisión. El controvertido representante por Florida podría seguir los pasos de su víctima Kevin McCarthy, el presidente de la Cámara de Representantes que esta semana defenestró sin temblarle el pulso. La gran mayoría de los republicanos hace tiempo que están hartos de Gaetz, y que capitaneara la destitución del líder de la Cámara Baja, sin tener además un "plan B" a la vista. ha sido la gota que colma el vaso. De hecho, el martes el partido estaba incluso considerando expulsar a Gaetz de la Cámara, sobre todo porque el representante por Florida no puede presumir de uno de los historiales más limpios.
El congresista asumió su cargo el 13 de abril del 2010 y es también. Nació en Hollywood, Florida, hace 41 años, el mismo estado donde creció y formó su carrera política. Según su último parte financiero al Congreso, su patrimonio oscila entre los 235.000 dólares y 625.000, aunque los legisladores no están obligados a informar de todo lo que poseen y algunas estimaciones realizadas por expertos apuntan a que su riqueza podría llegar a los 750 millones de dólares.
El republicano proviene de una familia adinerada, pero eso no ha evitado que se haya visto envuelto en algunos escándalos de los que hasta ahora ha salido sin `muchos rasguños´, en contra de todo pronóstico. En 2008, tuvo un primer encuentro con la ley cuando conducía bajo los efectos del alcohol, y aunque rechazó someterse a una prueba para determinar el nivel de alcohol bajo el que conducía, los cargos al final fueron retirados. También salió ileso de una acusación por utilizar el dinero de los contribuyentes para pagar a un experto en la redacción de discursos, para construir un estudio privado en la casa de su padre en Niceville y para alquilar equipo de videovigilancia. Su nombre volvió a sonar en los medios de comunicación en febrero de 2021, cuando puso como excusa el COVID -19 con el fin de saltarse una votación en el congreso y poder asistir a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que el partido republicano celebra cada año.
Uno de los peores casos en los que se ha visto envuelto está relacionado con una exclusiva del diario estadounidense "The New York Times". El rotativo aseguró en marzo de 2021 que Gaetz estaba siendo investigado por el Departamento de Justicia de EE UU por mantener relaciones sexuales con una joven de 17 años a la que le habría pagado el viaje. Después de meses de pesquisas, los investigadores decidieron no acusar al legislador porque los dos testigos clave no tenían suficiente credibilidad. De momento, ha salido ileso de todos los encuentros legales que ha tenido en los últimos años, pero ahora habrá que ver que dice el Comité de Ética de la Cámara que lo investiga por varias de estas acusaciones como conducta sexual inadecuada, violación en la financiación de campaña y otras actuaciones de los últimos años. Según Fox News, el informe estaría casi terminado y pronto se conocerán las conclusiones. ¨Perfect timming¨, como dicen por aquí.
Su trabajo en la Cámara tampoco ha pasado desapercibido. En diciembre de 2107, Gaetz emitió el único voto en contra de un Proyecto de Ley para luchar contra la trata de personas. La norma fue aprobada en ambas Cámaras por una extensa mayoría, pero el republicano dijo en su cuenta de Facebook que no estaba a favor de la nueva ley porque representaba un ¨desplazamiento de la misión¨ a nivel federal al crearse un comité. Al año siguiente, su nombre volvió a ser carnaza de titulares por invitar al discurso sobre el Estados de la Unión, en Washington D.C., a Chuck Johnson, un activista de extrema derecha considerado un supremacista blanco que fue excluido de la antigua red social Twitter, ahora llamada X, por buscar ayuda para ¨eliminar¨ a un activista de Black Lives Matter. El legislador aseguró que no sabía realmente quien era su invitado, que le había dado la invitación a él por casualidad porque había aparecido ¨en mi despacho el día del discurso¨. Meses después fue acusado de intimidar a un testigo que publicó comentarios sobre Michael Cohen, exabogado de Donald Trump.
De hecho, el expresidente y actual candidato presidencial y el congresista republicano conservan una buena amistad y al parecer un estilo muy similar a la hora de hacer política. Ambos dan muestras de sentirse cómodos en medio del caos, los dos defienden que a los republicanos se les robaron las últimas elecciones presidenciales y ninguno parece temer que poner patas arriba la política del país pueda alejar a sus votantes.
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