Estados Unidos

Melania Trump sale al rescate del voto femenino e inmigrante

El candidato republicano centra su campaña en los «swing states» que todavía lidera Clinton

Melania, esposa de Donald Trump, ayer, en Berwyn (Pensilvania)
Melania, esposa de Donald Trump, ayer, en Berwyn (Pensilvania)larazon

El candidato republicano centra su campaña en los «swing states» que todavía lidera Clinton

Donald Trump detesta que le hagan sombra. Incluso los suyos. Pero en la recta final, tanto el candidato republicano como la demócrata, Hillary Clinton, han echado mano de todos aquellos de su entorno que puedan servirles para darles el último impulso. Claro está que las diferencias son notables. Mientras que la ex secretaria de Estado se ha apoyado en su esposo y ex presidente Bill Clinton, en Barack Obama e incluso en su mujer, Michelle Obama, el republicano ha hecho lo propio con su esposa Melania (su tercer matrimonio) para intentar acercarse al voto femenino, que ha quedado herido de muerte tras sus palabras misóginas durante la campaña. Bien es cierto que no era la primera vez que la ex modelo eslovena salía ante las cámaras para deleitar a la audiencia con las bondades de Trump. Ya lo hizo durante la convención de julio en la fue nominado su esposo, pero aquella intervención fue un fiasco absoluto al descubrirse que su discurso era un plagio del que otrora ofreció Michelle Obama cuando su marido fue declarado oficialmente candidato demócrata en las elecciones de 2008.

Sin embargo, su intervención de ayer en Berwyn (Pensilvania) sí fue su primer discurso en un acto de campaña, diseñado para intentar rescatar el voto inmigrante y femenino. Con un fuerte acento esloveno, que recordaba al del actor de «Terminator» y ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger, explicó que «estamos muy agradecidos a los estadounidenses que creen en mi marido porque él cree en vosotros. Será un presidente fantástico. He venido aquí a hablar de este hombre que conozco desde hace 18 años. Sé que hará América grande de nuevo», afirmó parafraseando el lema de campaña del empresario.

«Vengo de un país que cuando era pequeña era comunista. Siempre escuché cosas sobre este país llamado Estados Unidos, donde había libertad. Luego viví en Milán y París trabajando duro como modelo», indicó Melania, que recordó cómo se convirtió en ciudadana estadounidense. «Es el mayor privilegio del mundo haberlo conseguido», recordó a su entregada audiencia. El republicano necesita Pensilvania, donde Clinton va por delante en las encuestas entre cuatro y cinco puntos, según diferentes sondeos. Por ello, ayer Trump programó este acto de Melania precisamente en un condado que, presumiblemente, va a votar a la ex jefa de la diplomacia. En las zonas más rurales, Trump tiene el voto asegurado, pero, debido a la mayor densidad de las grandes ciudades, la demócrata logrará casi con seguridad todos sus delegados, según los expertos.

Sin embargo, Mia Brahms, del pueblo de Sailorsburg, no las tiene todas consigo. «Miro las encuestas y veo que Clinton va por delante. Pero cuando salgo de casa, no hago más que ver carteles a favor de Trump en los jardines de mis vecinos y del resto del condado», reflexiona. Ella votará a la aspirante demócrata.

Trump optó ayer por hacer campaña en uno de los «swing states» (aquellos estados que no son claramente republicanos o demócratas). Acudió a Jacksonville, la ciudad con mayor población de este Estado, donde prometió reconstruir las Fuerzas Armadas, apelando a los más de millón y medio de votantes de esta urbe con larga tradición militar, donde las bases del Ejército tienen un impacto económico de más de seis millones de dólares.