Martyn Latchman, profesor y profesional de la informática, falleció en Estambul tras sufrir complicaciones médicas justo antes de someterse a un trasplante capilar en la clínica privada Dr. Cinik Hospital, ubicada en Beşiktaş. El procedimiento, valorado en unos 1.750 €, era su segunda visita al centro, tras una primera intervención exitosa en 2024.

Originario de Bridgend y residente en Milton Keynes, Latchman había sido subdirector en Goldington Academy y recientemente trabajaba como contratista en el sector de defensa privado. Su muerte ha provocado una investigación por homicidio imprudente por parte de las autoridades turcas, que buscan esclarecer las circunstancias del fallecimiento.

Según el Dr. Cinik, director de la clínica, “se realizaron todas las evaluaciones médicas necesarias y fue declarado apto para la cirugía. El incidente ocurrió antes de que comenzara el procedimiento”.

El paciente se descompensó durante la fase preparatoria, antes de que se iniciara la intervención, y fue trasladado de urgencia a un hospital universitario, donde falleció esa misma noche. Las autoridades británicas están colaborando con Turquía para esclarecer los hechos.

El caso ha puesto bajo la lupa el creciente fenómeno del turismo médico. Turquía se ha convertido en un destino popular para cirugías estéticas por sus precios accesibles: un injerto capilar puede costar desde 1.750 €, frente a los 3.500–11.700 € que se pagan en por ejemplo Reino Unido. La clínica Cinik presume una calificación de 4.8 estrellas en Internet y ha atendido a celebridades como el futbolista Rio Ferdinand.