Teherán
Fallece uno de los padres del régimen de los ayatolás
La muerte de Rafsanyani supone un duro golpe para los reformistas en Irán.
La muerte de Rafsanyani supone un duro golpe para los reformistas en Irán.
Ayer murió el que fue la mano derecha del ayatolá Ruhola Jomeini, el líder de la Revolución Islámica de Irán. El ex presidente Ali Akbar Hachemí Rafsanyani falleció a los 82 años tras una crisis cardíaca tras haber sido ingresado de urgencia por la tarde de ayer en el hospital Shohada, al norte de Teherán. El ayatolá Rafsanyani presidía el Consejo de Discernimiento del Interés del Estado, un cuerpo de consulta del Jefe del Estado, el ayatolá Ali Jamenei. Su muerte ha sido un duro golpe para el movimiento reformista de Irán, y del sector más moderado en el Gobierno. Nacido en Rafsanyan (oeste de Irán) en 1934, se trasladó en 1948 a la ciudad de Qom para cursar estudios científicos y teológicos. Durante el Gobierno del Sha desempeñó una intensa actividad política contra el régimen, por la que fue encarcelado y, posteriormente, tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, fue nombrado miembro del Consejo de la Revolución.
El clérigo chií fue uno de los políticos más influyentes de Irán, y hombre de confianza de Jomeini. También jugo un papel clave en la elección de Jamenei para suceder a Jomeini, una década después. Rafsanyani asumió la presidencia desde 1989 hasta 1997. Durante su primer mandato se le reconoció su labor de desarrollo para la reconstrucción de Irán tras ocho años de guerra con Irak. Sin embargo, en su segundo término renunció a las figuras reformistas y aceptó la dimisión de su entonces ministro de Cultura, Mohamed Jatami, que se convirtió en su rival en las siguientes elecciones, en 1997. Jatami salió elegido presidente entonces y su Gobierno rompió el tabú que impedía criticar a Rafsanyani, al que sus detractores apodaban «Sha Akbar» (el rey Akbar) por la fortuna que había amasado. Durante la presidencia del ultraconservador Mahmud Ahmadineyad (2005-2013) la expansión del imperio económico de la familia Rafsanyani quedó reducida y sus proyectos políticos contrarrestados. Tuvo que conformarse con una limitada influencia en la dirección del Consejo de Discernimiento y la Asamblea de Expertos.
Durante la década pasada perdió gran peso político ante sus rivales, en especial ante el actual líder supremo, el ayatolá Jamenei. Su gran rival político emergía con posturas cada vez más firmes que paralizaron sus proyectos políticos. El ex presidente vio de nuevo una oportunidad en las protestas postelectorales de 2009 para recuperar la influencia y apoyó a los manifestantes para restaurar su popularidad, pero los electores iraníes ya no le veían como una alternativa. Su cambio de postura le enfrentó con el líder supremo y perdió la presidencia de la Asamblea de Expertos. En 2013, respaldó al moderado Hasan Rohani en las presidenciales. Rafsanyani ha participado en la mayoría de las elecciones celebradas en la República Islámica, aunque durante las últimas dos décadas siempre resultó derrotado. Hasta los comicios a la Asamblea de Expertos de febrero cuando, con 2,3 millones de sufragios, se convirtió en el candidato más votado de toda la historia de esta cámara supervisada por el líder supremo.
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