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Pakistán liberará a un piloto indio en señal de paz

La comunidad internacional reclama contención a Nueva Delhi e Islamabad.

Manifestantes paquistaníes queman una efigie del primer ministro indio, Narendra Modi, en Peshawar
Manifestantes paquistaníes queman una efigie del primer ministro indio, Narendra Modi, en Peshawarlarazon

La comunidad internacional reclama contención a Nueva Delhi e Islamabad.

India y Pakistán se enseñan los dientes, pero, por el momento, ninguno tiene la intención de dar la primera dentellada. En un gesto de buena voluntad hacia Nueva Delhi, el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, prometió ayer liberar al piloto indio, cautivo desde el miércoles después de que las fuerzas paquistaníes derribaran dos cazas indios. No obstante, la ex estrella de críquet advirtió a su vecino de que el haberle tendido la mano en son de paz no era una muestra de debilidad. «India debe saber que nos veremos obligados a responder con firmeza a cualquier acción en el futuro», dijo Khan, aunque puntualizó que su país «quiere la paz».

Según informó el diario paquistaní «The Express Tribune», el piloto será liberado y entregado a Nueva Delhi hoy.

El primer ministro paquistaní lamentó que su homologo indio, el nacionalista Narendra Modi, no haya mostrado interés en reunirse con él. «Viajé a Nueva Delhi después de asumir el cargo de primer ministro. Le escribí a [Narendra] Modi y sugerí una reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas. Pero no obtuvimos una respuesta positiva».

Según Khan, con las elecciones en India a la vuelta de la esquina, «mantener una buena relación con Pakistán no es una prioridad del Gobierno de Modi». «Decidimos esperar hasta después de las elecciones generales [en India, previstas para abril y mayo] y como gesto positivo abrimos el corredor Kartarpur aún temiendo un revés con India», señaló la ex estrella de críquet. «Entonces ocurrió el ataque de Pulwama. y En media hora, Modi culpó a Pakistán del ataque» que dejó más de 40 policías muertos, denunció Khan.

Frenar la escalada

La escalada militar entre las dos potencias nucleares de Asia Central ha puesto en alerta a los Estados vecinos y a los aliados internacionales de ambos países. Por ese motivo, China activó ayer su maquinaria diplomática para intentar rebajar tensiones.

El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, expresó su preocupación y pidió a los dos vecinos «moderación y cumplir seriamente con su compromiso de evitar una expansión de la situación». Asimismo, el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Ren Guoqiang, expresó sentimientos similares pidiendo moderación. Ren dijo que «tanto India como Pakistán son amigos de China y creemos que la máxima prioridad es que las dos partes ejerzan moderación y resuelvan el problema a través del diálogo y la coordinación».

Desde Hanói (Vietnam), el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer tener «noticias razonablemente atractivas, después de haber estado involucrado en intentos por ayudar a India y Pakistán», en referencia al anuncio de la liberación del piloto indio. Trump, que celebraba la segunda cumbre con su homólogo norcoreano, Kim Jong Un, aseguró «tener esperanzas en que las tensiones podrían acercarse al final».

Por su parte, Rusia se mostró dispuesta a ofrecer a India y Pakistán una plataforma para hablar después de la escalada de tensión, según las agencia rusa de noticias Sputnik. «Si ellos quieren, entonces por supuesto», declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.

A medida que la situación se mantiene en un punto muerto, la actividad comercial y aérea se resiente día a día. La decisión de Pakistán de cerrar el espacio aéreo de forma indefinida ha paralizado el tráfico aéreo, especialmente entre Asia y Europa, aunque algunas aerolíneas ajustaron el desvío de sus vuelos.

Por segundo día consecutivo, miles de personas quedaron varadas por las repercusiones no solo en las aerolíneas que aterrizan en Pakistán, sino que vuelan sobre su espacio aéreo, una de las principales rutas desde el sureste asiático hacia Europa.

En Bangkok (Tailandia) un importante y concurrido centro de vuelos transcontinentales, más de 4000 viajeros quedaron atrapados ayer en tierra.