Corea del Sur

El partido de Yoon asegura que le ha arrancado el compromiso de dimitir

El presidente surcoreano se enfrenta a una investigación policial por "rebelión", lo que evidencia la creciente crisis que sacude este gobierno

Seoul (Korea, Republic Of), 08/12/2024.- South Korean Prime Minister Han Duck-soo (L) and ruling People Power Party (PPP) leader Han Dong-hoon deliver a joint public address at the PPP headquarters in Seoul, South Korea, 08 December 2024, one day after the parliamentary vote to impeach President Yoon Suk Yeol for his martial law imposition failed. (Corea del Sur, Seúl) EFE/EPA/YONHAP SOUTH KOREA OUT
South Korean President Yoon survives impeachmentYONHAPAgencia EFE

El Partido del Poder Popular (PPP) persiste en su desafío, tras afirmar en un comunicado que ha "logrado" del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol la promesa de su dimisión, tras el intento de golpe que ha sumido al país en el caos político y ha despertado la ira de la opinión pública.

A pesar del fracaso de la moción de destitución que se votó el sábado, el líder se encuentra acorralado por su propio partido, que ha dejado claro que no tirará la toalla. El líder del PPP, Han Dong-hoon, aseguró que Yoon no interferirá más en los asuntos del Estado ni en la política exterior, y confirmó que había aceptado ceder la gestión a su formación.

El PPP logró invalidar la moción de destitución mediante un boicot al voto en el Parlamento, que no alcanzó el quórum necesario. En un ambiente cargado de tensión, marcado por abucheos y gritos, casi todos los diputados de la formación de Yoon abandonaron el hemiciclo en el momento crucial de la votación. Se requerían al menos 200 de los 300 votos para destituir a este impopular líder conservador, en el cargo desde 2022, pero solo 195 diputados participaron en el proceso. "Como resultado, declaro inválida la votación sobre este asunto", proclamó Woo Won-shik, presidente de la Asamblea Nacional.

"Este fracaso implica un retroceso del proceso democrático en un asunto crítico para la nación. En nombre de la Asamblea Nacional, pido disculpas al pueblo". Para lograr su objetivo, la oposición, que cuenta con 192 diputados, necesitaba atraer al menos a ocho miembros del partido presidencial. Sin embargo, solo tres diputados del PPP se sumaron, a pesar de los esfuerzos de Woo, quien mantuvo la sesión abierta hasta altas horas de la noche, instando a sus colegas a regresar y "proteger a la República de Corea y su democracia".

«Este incidente quedará escrito en nuestra historia, construida con la sangre y el sudor de nuestro pueblo», declaró el presidente del Parlamento, quien lamentó que “el jefe de un grupo conservador no puede hablar solo en nombre de la conciencia y los valores de los individuos”.

La resolución del voto sobre la moción de destitución del sábado por la noche decepcionó a las aproximadamente 150.000 personas que, según la policía, se congregaron frente al Parlamento para exigir la salida de Yoon. Los organizadores, sin embargo, afirmaron que la cifra de manifestantes alcanzaba un millón, reflejando el profundo descontento popular que amenaza con desbordar aún más la ya frágil situación política.

Presionado por la Constitución y las masivas protestas en las calles, el exfiscal se vio obligado a derogar la ley marcial apenas seis horas después de haberla activado y a retirar las tropas desplegadas. Identificado como uno de los principales artífices de este fallido intento de golpe, el exministro de Defensa Kim Yong-hyun fue arrestado en la mañana del domingo. Según la agencia Yonhap, se presentó de manera voluntaria ante las autoridades, y su detención se produjo tras un intenso interrogatorio. Kim ya había presentado su renuncia tras el retroceso de su presidente.

Las autoridades llevaron a cabo registros en su oficina y en su residencia oficial, en un esfuerzo por esclarecer los acontecimientos. Además, el funcionario se encontraba bajo una prohibición de salir del país. Mientras tanto, Yoon enfrenta una investigación policial por "rebelión", un desarrollo que evidencia la creciente crisis que sacude este gobierno y la fragilidad de su liderazgo en un contexto de creciente descontento social.

Por otro lado, el ministro del Interior surcoreano, Lee Sang-min, presentó su renuncia, en la que expresó su "responsabilidad por no haber servido adecuadamente al pueblo ni al presidente".

Tres partidos minoritarios de la oposición presentaron una denuncia ante la fiscalía contra Yoon, Kim y el comandante de la ley marcial Park An-su, acusándoles de insurrección. En caso de condena, este delito se castiga con pena de muerte o cadena perpetua, con o sin trabajos forzados.