
Desarme
El PKK inicia la destrucción de su arsenal tras cuatro décadas de violencia
Varias decenas de milicianos escenifican en una ceremonia en el Kurdistán iraquí la disolución de la organización

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) comenzó el pasado viernes la entrega de sus armas en una ceremonia celebrada en el norte de Irak. Se trata del primer paso hacia el fin de la actividad violenta de la insurgencia kurda en su pretensión de obtener un Estado kurdo independiente y de enfrentamiento con Turquía.
Unos 40 milicianos del PKK y un comandante entregaron sus armas en la ceremonia celebrada en la ciudad de Solimania, en el norte de Irak. El PKK tiene su base en el Kurdistán iraquí tras haber rebasado la frontera turca en los últimos años. Las armas se destruyeron más tarde en otra ceremonia con personalidades de los servicios de inteligencia turcos e iraquíes, representantes del gobierno regional del Kurdistán iraquí y altos cargos del partido prokurdo turco DEM, que también desempeñó un papel clave para facilitar la decisión de desarme del PKK.
En la ceremonia participaron 30 miembros de la guerrilla, 15 hombres y 15 mujeres, entre ellas Bese Hozat, una de las máximas dirigentes del PKK. Tras la lectura del comunicado en turco y en kurdo, Hozat dijo que “sin duda hacen falta reformas legales profundas, para llevar a buen puerto esta iniciativa histórica”. “Deben hacerse reformas legislativas y constitucionales para que este proceso llegue a buen fin. Para ello, ante vosotros como testigos, destruimos nuestra armas”, añadió. Los delegados del PKK, en su tradicional uniforme de combate, se acercaron uno por uno a la caldera para arrojar su fusil de asalto y su cinturón de munición.
El citado acto es el corolario de la decisión adoptada por la entidad en su 12.º congreso, celebrado a finales del pasado mes de abril y confirmado a comienzos de mayo, poner fin a la “lucha armada” y “cesar todas las actividades llevadas a cabo en nombre del PKK”. La decisión materializaba el llamamiento de su líder histórico, Abdulá Ocalan, de 75 años y encarcelado desde 1999 en la prisión turca de Imrali, a favor de dar ese paso definitivo el pasado mes de febrero. Esta misma semana Ocalan aseveraba que el desarme será implementado con celeridad.
“Como muestra de buena voluntad y de nuestra determinación por el éxito práctico del proceso de paz y con el objetivo de continuar nuestra lucha por la libertad, la democracia y el socialismo mediante la política democrática y por vías legales, nos presentamos hoy aquí para destruir nuestras armas por voluntad propia”, señalaba la organización kurda en comunicado este viernes.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, celebraba desde Ankara lo ocurrido este viernes en Solimania. “Turquía ha ganado. 86 millones de ciudadanos han ganado, afirmó el mandatario turco. “Sabemos lo que estamos haciendo. Nadie necesita preocuparse o hacer preguntas. Estamos haciendo todo esto por Turquía, for nuestro futuro”, zanjaba el veterano líder del AKP y jefe del Estado turco.
“En los últimos años, hemos roto completamente las capacidades de acciones de la organización terrorista, hemos impedido que sus acciones puedan causar daño. Nuestras operaciones de lucha contra el terrorismo en Irak y Siria nos han fortalecido”, proseguía Erdogan, que se apunta un tanto histórico en un momento de creciente oposición interna, tras prometer un “abrazo amistoso” entre turcos y kurdos.
Fundado en 1978 por estudiantes de la Universidad de Ankara, el PKK, considerado como un movimiento “terrorista” por Ankara, Estados Unidos y la Unión Europea, optó en 1984 por la guerrilla, al principio para conseguir la creación de un Estado kurdo independiente de Turquía y Siria. l conflicto entre los guerrilleros kurdos y las fuerzas turcas ha dejado más de 40.000 muertos en combates y atentados terroristas desde entonces. Las autoridades turcas y el PKK ya iniciaron en 2013 un proceso de conversaciones de paz, aunque fracasaron casi dos años después.
El PKK, DEM -partido de izquierda prokurda, tercera fuerza parlamentaria en Ankara y facilitador en el proceso de paz, y Ocalan han pedido al Gobierno turco que atienda las demandas políticas kurdas. En un inusual vídeo publicado en internet el miércoles, Ocalan también instó al Parlamento turco a crear una comisión para supervisar el desarme y gestionar el proceso de paz en general. La nueva fase deberá materializarse en la puesta en libertad de un buen número de presos kurdos que cumplen sus condenas en cárceles turcas.
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