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La polarización y la violencia marcan la campaña electoral en México
La sucesora de López Obrador, Claudia Sheinbaum, encabeza todas las encuestas a una semana de las elecciones
La era post Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tiene nombre de mujer. El próximo domingo cerca de 100 millones de mexicanos están llamados a las urnas para elegir a la que será la primera presidenta del país americano. Las principales candidatas a ocupar el puesto son Claudia Sheinbaum, líder oficialista de Morena y Xóchitl Gálvez, la representante de la coalición de oposición formado por el PAN-PRI-PRD. Hay un tercer pretendiente, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, un partido progresista de reciente creación.
La cita electoral es a todos los efectos histórica. Además de que México será liderado por una mujer por primera vez; estas elecciones serán las más concurridas, con 99.800.000 de ciudadanos llamados a las urnas. También serán las más numerosas en cuanto a cargos a elegir. El próximo 2 de junio se eligen a otros 19.800 representantes públicos en toda la geografía mexicana: alcaldes, diputados locales; gobernadores en 9 estados y a nivel Federal, también la renovación del Congreso de los Diputados y el Senado. Insólitas también, por el nivel de polarización y crispación que hay en el ambiente.
“Estamos como perros y gatos. O estas conmigo o estas contra mí. El ambiente de México está complicado en todos los niveles”, asegura a La Razón, Felipe Zavala, consultor político de Consultum AP señalando que más allá de la tensión retórica estas elecciones están siendo marcadas nuevamente por la violencia. Aunque es difícil cuantificar el número exacto, en esta temporada electoral entre 20 y 50 aspirantes han perdido la vida y más de 900 han solicitado protección personal.
“El presidente ha sido el principal promotor de este clima de polarización. Desde su mañanera -comparecencia mediática diaria de AMLO- se encarga de lanzar insultos, exhibir datos personales y de ahí se trasvasa a las campañas. Nunca ha estrechado la mano a la oposición. Este Gobierno es de los de Morena respecto de los que no son de Morena”, explica Javier Oliva Posada, politólogo y Coordinador del Seminario de Estudios de Defensa y Seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en conversación con LA RAZÓN.
Los analistas coinciden en atribuir la ventaja de Claudia Sheinbaum, líder poco carismática, procedente del mundo académico y exjefa de Gobierno de la Ciudad de México con Morena, a la herencia recibida del presidente AMLO. Fundamentalmente, los Programas para el Bienestar, los cheques de ayudas sociales que reciben el 80% de los hogares mexicanos, cerca de 30 millones de familias. El último talón recibido fue cuantioso. El pasado mes de enero se distribuyeron las ayudas del Gobierno correspondiente al todo el primer semestre de 2024 para no coincidir con la campaña electoral.
A pesar de las críticas a AMLO, la oposición no consigue despegar todavía, principalmente, hipotecada por los 70 años de Gobiernos del PRI.
Sobre cómo solucionar los problemas y preocupaciones reales que existen en México poco se sabe. Y no ha sido por falta de tiempo, la campaña para la presidencia dura oficialmente tres meses. En más de 90 días se han escuchado pocas propuestas concretas o planes de Gobierno. La campaña ha estado marcada por dimes y diretes, ataques e insultos. Los candidatos se han visto en tres debates rígidos, tasados y encorsetados organizados por el Instituto Nacional Electoral (INE) donde la candidata oficialista Sheinbaum se dirigió a Xóchitl Gálvez como “candidata corrupta” y Gálvez llamó a Sheinbaum “narcocandidata”.
Junto a los retos preocupantes y conocidos que tiene México: el narcoterrorismo, las letales rutas de inmigración hacia Estados Unidos, la impunidad de la violencia o el rezago educativo, especialmente llamativo, es que en país donde entre 10 y 11 mujeres son asesinadas cada día y donde la próxima presidenta será mujer no se hayan escuchado más propuestas firmes para acabar con los feminicidios.
La politóloga Denise Dresser denuncia que el Gobierno de Morena ha centrado el debate público en la violencia provocada por las mujeres. “Claudia Sheinbaum -siendo alcaldesa de la capital- llamó ‘provocadoras’ a las activistas que pintaron puertas y monumentos. De Sheinbaum esperábamos empatía y no estigmatización”, recuerda en su último libro ‘¿Qué Sigue?, 20 lecciones para ser ciudadano ante un país en riesgo’.
El lunes 3 de junio se comenzará a materializar el futuro de México. Siempre con la precaución de que las encuestas no son unas elecciones adelantadas, a una semana de las elecciones todo parece indicar que Sheinbaum sucederá a López Obrador. ¿Se independizará de su padrino y mentor?. ¿Será un títere del impulsor de la 4ª Transformación? Esa es solo una de las incógnitas que tienen los mexicanos. Lo que no parece un vaticinio post electoral vacío es que la sombra de Andrés Manuel seguirá siendo alargada.
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