Brexit
Polonia lidera el malestar del este con Bruselas y pide reformas
Kerry intercede por Londres y exige que «nadie pierda la cabeza» ni ceda a la venganza
Kerry intercede por Londres y exige que «nadie pierda la cabeza» ni ceda a la venganza
Uno de los temores expresados por las grandes países de la UE ayer en Berlín, el efecto contagio, parece haber encontrado un germen en el este. El ministro polaco de Asuntos Exteriores, Witold Waszczykowski, anunció ayer que, tras el Brexit, Varsovia pretende liderar el grupo de países que buscan una reforma de la UE. Waszczykowski hizo estas declaraciones después de reunirse con varios de sus homólogos, entre ellos los de República Checa, Eslovaquia, Hungría, Alemania y Francia, y el secretario de Estado británico para la UE, David Lidington. El ministro polaco no ocultó que los esfuerzos de Polonia buscan servir de contrapeso a las reuniones sobre el futuro de la UE mantenidos por los Estados fundadores.
Agregó también que su país se opone a las dos velocidades y que, «probablemente», la primera ministra polaca, Beata Szydlo, presentará hoy algunas iniciativas preliminares en Bruselas que podrían ser consideradas «radicales» por algunos socios.
Hoy el Parlamento Europeo añadirá su dosis de presión sobre Londres y Bruselas para que el proceso de notificación sobre su salida del «club» se haga de manera «inmediata», según un texto pactado entre los cuatro grandes grupos de la Eurocámara (populares, socialistas, liberales y verdes) y que se aprobará en una sesión extraordinaria convocada antes de la cumbre de la UE.
En esta resolución, que está sujeta a enmiendas por parte de otros grupos, incluso se insta al primer ministro británico en funciones, David Cameron, a que aproveche este encuentro de máximo nivel con sus homólogos europeos para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa y, por lo tanto, poner en marcha el proceso de divorcio con una duración mínima de dos años. El Parlamento Europeo también pide en este texto una revisión de los tratados como modo de «reforzar el núcleo de la Unión y evitar soluciones a la carta» e insta al Consejo a que modifique el orden de las presidencias (está previsto que Reino Unido coja el testigo en la segunda mitad del año 2017 y se especula con su renuncia). Antes de la aprobación de este texto, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, se dirigirá al pleno de la Eurocámara.
Esta postura a favor de una ruptura «lo más rápido posible» contrasta con la comprensión mostrada por Angela Merkel hacia Reino Unido, comprensión que ha encontrado un aliado en el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, que está en la capital comunitaria en un viaje relámpago de unas horas, tras entrevistarse con el presidente del Comisión, Jean Claude Junker, y la Alta Representante, Federica Mogherini, hizo una apelación clara a la calma antes de partir rumbo a Londres. El político estadounidense pidió que «nadie pierda la cabeza» ni ceda ante «tentaciones de venganza» y mostró el interés de EE UU en una UE fuerte con la que poder seguir colaborando en temas como el terrorismo, la inmigración o el cambio climático. A su vez también reconoció la especial relación que une a su país con Reino Unido.
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