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Estonia

El primer ministro de Estonia, cuatro días antes de que Rusia invadiese su espacio aéreo: "Parecíamos paranoicos"

La advertencia del primer ministro estonio Kristen Michal sobre la fragilidad militar europea se vuelve inquietantemente profética tras la incursión aérea rusa en Estonia y el ataque con drones en Polonia, que obligan a la OTAN a reforzar su flanco oriental

La advertencia del primer ministro estonio Kristen Michal sobre la fragilidad militar europea se vuelve inquietantemente profética tras la incursión aérea rusa en Estonia y el ataque con drones en Polonia, que obligan a la OTAN a reforzar su flanco oriental ANTONIO BATEFE

Las palabras del primer ministro estonio, Kristen Michal, pronunciadas apenas cuatro días antes de la incursión aérea rusa en el espacio de Estonia, resuenan hoy con inquietante precisión. “Parecíamos paranoicos”, afirmó, en referencia a las advertencias que su gobierno venía haciendo sobre la fragilidad del sistema de defensa europeo. La reciente intrusión de 19 drones rusos en territorio polaco ha confirmado sus temores, revelando una vulnerabilidad estratégica que ya no puede ser ignorada.

La incursión ha sido interpretada como un punto de inflexión en la percepción de seguridad continental. Los restos de los drones, esparcidos en 17 localidades de cinco voivodatos polacos, han generado una ola de preocupación sobre la capacidad real de respuesta ante agresiones híbridas. La OTAN reaccionó activando la operación Eastern Sentry, con participación directa del presidente polaco Karol Nawrocki, en un intento por reforzar el flanco oriental.

Michal ha sido claro en su diagnóstico: Europa no está preparada para un rearme rápido. Las limitaciones presupuestarias, especialmente en países con economías ajustadas como Estonia, dificultan una respuesta inmediata. El primer ministro propone una estrategia mancomunada, basada en compras conjuntas de armamento y una coordinación estrecha entre aliados, que permita modernizar los arsenales sin comprometer la estabilidad fiscal.

Desde Polonia, el ministro de Exteriores Radosław Sikorski calificó como “un éxito” el derribo de algunos drones, aunque reconoció que este tipo de respuestas puntuales no bastan para garantizar una disuasión sostenida frente a las amenazas rusas.

La secuencia de acontecimientos ha generado una urgencia política entre los líderes europeos. Michal insiste en que esta urgencia debe traducirse en decisiones concretas, tanto en el plano presupuestario como en el estratégico. La defensa continental requiere una transformación profunda, con inversión sostenida, visión compartida y voluntad política firme.