Diplomacia económica

El último zarpazo de Trump con los F-35 puede acabar con los cazas europeos Gripen y Rafale

La posibilidad de que EEUU ofrezca el caza furtivo a India y Arabia Saudí, clientes de Francia, dañaría la industria aeronáutica europea

Un avión F-35A Lightning II de la Fuerza Aérea de Australia despega con su carga de bombas GBU-12 en la Base Darwin, en el norte del país
Un avión F-35A Lightning II de la Fuerza Aérea de Australia despega con su carga de bombas GBU-12 en la Base Darwin, en el norte del paísLAC Stewart GouldLockheed Martin

La agresiva diplomacia económica de Donald Trump puede poner en peligro la industria aeronáutica europea. Así lo ponen de manifiesto medios especializados como Meta-Defense, en Francia, donde se analiza el giro que ha dado la administración estadounidense en su política de exportación del caza furtivo a ciertos países que hasta ahora tenían vetada la compra de este avanzado avión fabricado por Lockheed Martin.

Es el caso de países como India, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, a los que EEUU les ha abierto la puerta para incorporar en sus fuerzas aéreas el avión de quinta generación F-35. Estos países han comprado tradicionalmente cazas de combate a la industria europea. El escenario está cambiando. Durante su visita a Washington el mes pasado, el primer ministro Narendra Modi se reunió con el presidente estadounidense, quien anunció que estaban "allanando el camino" para que India adquiera F-35.

La expansión del avión de combate estadounidense amenaza con desplazar especialmente a Francia y Suecia, los dos únicos países europeos que producen de forma independiente aviones de combate, pero también a los cuatro países que forman parte del consorcio Eurofighter Typhoon, Italia, España, Reino Unido y Alemania. Hasta ahora, el éxito del Rafale y el Eurofighter Typhoon se ha limitado a países que no están autorizados a adquirir el F-35.

Desde su llegada al mercado, el F-35 se ha convertido en el avión de combate más codiciado por los aliados de Estados Unidos. Dotado de tecnología furtiva, sistemas de combate avanzados y una integración total con las fuerzas de la OTAN, el caza estadounidense ha sido adquirido por países como Italia, Reino Unido, Países Bajos, Noruega y Bélgica, muchos de los cuales antes operaban aviones europeos como el Eurofighter Typhoon o el Rafale francés.

La administración Trump ya mostró en su momento disposición para ampliar la venta del F-35 a países del Golfo Pérsico como Emiratos Árabes Unidos, lo que supondría un duro golpe para la industria europea. Ahora, con nuevos rumores sobre posibles ventas a Arabia Saudí e incluso a India, el mercado internacional podría inclinarse definitivamente hacia el avión estadounidense. "El F-35 se ha convertido no solo en un avión de combate, sino en un símbolo de poder militar occidental, respaldado por una intensa presión diplomática estadounidense", asegura un analista del sector de defensa.

El fiasco del Gripen sueco en Colombia

La industria aeronáutica militar europea depende en gran medida de las exportaciones para financiar sus proyectos. Aviones como el Eurofighter Typhoon y el Rafale francés han tenido dificultades para competir con el F-35, especialmente en mercados estratégicos. Bélgica, por ejemplo, abandonó el Eurofighter para adquirir el caza estadounidense, mientras que otros países europeos como Noruega y Dinamarca también se han decantado por el modelo norteamericano. Un caso reciente es el intento de Colombia de adquirir el Gripen sueco. El gobierno de los Estados Unidos impidió la venta al negar la licencia de reexportación del motor F414 de General Electric, que impulsa al Gripen E/F. Al mismo tiempo, Washington está presionando a Colombia para que compre el F-16V estadounidense

El interés de India por renovar su flota de cazas supone una oportunidad clave para la industria europea. Francia ha intentado posicionar el Rafale como opción preferente, pero si Estados Unidos finalmente ofrece el F-35, las posibilidades de las aeronaves europeas se reducirían drásticamente. Por su parte, Arabia Saudí, uno de los mayores importadores de armas del mundo, también ha mostrado interés en adquirir aviones de quinta generación de EEUU, lo que podría suponer otro mercado perdido para Europa.

Por qué EEUU no quería vender F-35 a India

Hasta ahora, EEUU se negaba a vender el F-35 a estos dos países. A Arabia Saudí porque ha sido un viejo enemigo de Israel, que a su vez es un aliado muy cercano de Washington. El caso de India es diferente. Este país tiene una larga historia de cooperación militar con Rusia, a la que ha comprado sistemas de misiles S-400. Estados Unidos teme que la tecnología avanzada del F-35 pueda ser comprometida si la India continúa con su estrecha relación militar con Moscú. Además, vender aviones F-35 a la India podría alterar el equilibrio de poder en la región y afectar las relaciones de Estados Unidos con Pakistán, un aliado tradicional en la región.

Donde no ha podido vencer el F-35 es en Emiratos Árabes Unidos (EAU), que ha recibido recientemente un primer lote de aviones Rafale en virtud de un acuerdo alcanzado con París en 2021 por 16.600 millones de euros para suministrar al estado del Golfo 80 aviones de guerra franceses. Este acuerdo se concretó después del fracaso en las negociaciones entre el país del Golfo Pérsico y EEUU para la venta 50 aviones F-35. El motivo señalado por los EAU fue “la excesiva politización de las condiciones y la imposición de requisitos inaceptables para un avión que todavía no ha demostrado su efectividad en combate real”.

Cómo reacciona Europea

Ante esta amenaza, Europa ha lanzado dos proyectos de aviones de combate de nueva generación: el Future Combat Air System (FCAS), liderado por Francia, Alemania y España, y el Tempest, desarrollado por Reino Unido, Italia y Japón. Sin embargo, ambos proyectos están aún en fase de diseño y no se espera que entren en servicio hasta al menos 2035 o 2040. "La industria europea corre el riesgo de perder una década clave en la que el F-35 podría consolidarse como la opción dominante en el mercado internacional", ha advertido el experto en defensa Pierre Tran.

Los dos países europeos ha produce sus cazas de combate

En Europa, varios países tienen la capacidad de fabricar sus propios aviones de combate, pero dos de los más destacados son Francia y Suecia. Francia fabrica los aviones de combate Rafale, que son cazas polivalentes de cuarta generación utilizados tanto por la Fuerza Aérea Francesa como por otros países. Suecia, a través de la compañía Saab, fabrica los aviones de combate Gripen, que son cazas ligeros y versátiles de cuarta generación, utilizados por la Fuerza Aérea Sueca y exportados a varios países.