Putin cambia con un decreto la política exterior de Rusia y declara a Occidente "una amenaza existencial"

Por decreto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha cambiado completamente la política exterior de Rusia. El jefe del Kremlin informó este viernes de un giro brusco en sus relaciones internacionales al declarar a Occidente como "amenaza existencial" para Moscú. “Rusia se define a sí misma como el bastión del mundo ruso y como una civilización peculiar que mantiene un equilibrio global”, reza el nuevo concepto. Putin dijo que se trata de un "documento equilibrado" que "formará la base de nuestra acción práctica a mediano y largo plazo".

"Estados Unidos y en general la política de Occidente han sido identificados como principales instigadores y líderes de la línea antirrusa dirigida a debilitar totalmente a Rusia", declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al presentar el concepto de la diplomacia rusa actualizado durante una reunión del Consejo de Seguridad ruso.

Lavrov constató "un nivel de tensiones internacionales sin precedentes en los últimos diez años" y reconoció "el carácter existencial de las amenazas a la seguridad y el desarrollo" de Rusia, "creadas por las acciones de los países inamistosos". "Las disposiciones del concepto implican que los pasos antirrusos de los países inamistosos serán abortados consecuentemente y con firmeza en caso de necesidad", alertó el titular de Exteriores, quien añadió que Washington y sus aliados emprendieron una "guerra híbrida" contra Moscú.

Lavrov señalo que en el nuevo documento se añade la posibilidad de usar las Fuerzas Armadas para "repeler o prevenir" un ataque contra Rusia. "Se añade la tesis sobre el uso de las Fuerzas Armadas para repeler o prevenir un ataque armado en contra de Rusia y sus aliados. De tal modo declaramos unívocamente que defenderemos el derecho del pueblo ruso a la existencia y el desarrollo libre", dijo.

No obstante, afirmó que el nuevo documento no prevé que Rusia se aísle "de los países anglosajones y Europa continental". "No tenemos intenciones hostiles por definición en contra de ellos", dijo. Lavrov indicó que el nuevo concepto de la política Exterior rusa establece que "el desarrollo progresivo del derecho internacional debe tomar en consideración la realidad actual".

"En condiciones de agudas amenazas externas se confirma nuestra disposición a respetar el principio de indivisibilidad de la seguridad, pero solo en relación a los países y uniones que muestren reciprocidad al respecto", afirmó.

Por ello, recalcó, "la lógica de este documento (...) refleja las cambiantes realidades geopolíticas, los avances de hecho revolucionarios en el perímetro exterior que se aceleraron ostensiblemente con el comienzo de la operación especial militar" rusa en Ucrania.

A su vez, observó que el actual concepto se mantiene fiel a muchos de los postulados de la anterior versión, aprobada en 2016, en particular los vinculados a "los principios de nuestra política exterior, y sobre todo su independencia y enfoque en la creación de condiciones exteriores propicias para el desarrollo de Rusia".

A diferencia de Occidente, la renovada política exterior rusa "fija el curso hacia el incremento del potencial de asociación estratégica con nuestros grandes vecinos, China, la India, los países musulmanes y también los países de Asia y el Pacífico, África, América Latina y el Caribe", añadió Lavrov, quien dijo que Rusia considera que la civilización islámica es amistosa.

Putin a su vez calificó el nuevo concepto de "equilibrado" durante la reunión. "En términos prácticos, pido a todos los colegas involucrados en la implementación de una política exterior común que presten especial atención a ampliar los lazos con socios constructivos y crear condiciones para que los Estados inamistosos abandonen su política hostil hacia nuestro país", dijo.

La agencia estatal de noticias Ria Novosti publicó los puntos clave del concepto. Por ejemplo, se debe dar prioridad a la "eliminación de los rastros del dominio estadounidense en el mundo". Moscú ha clasificado a unos 20 estados como "inamistosos", entre los que figuran Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Polonia, entre otros. Todos han impuesto sanciones a Moscú por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.