Fuerza aérea
El factor que hace del F-16 un avión difícil de pilotar en la guerra de Ucrania
Dinamarca transferirá en las próximas semanas los primeros cazas estadounidenses a la fuerza aérea ucraniana
Ucrania recibirá entre junio y julio las primeras unidades del avión de combate F-16 Fighting Falcon, un caza ligero estadounidense de cuarta generación diseñado para el combate aéreo, la interceptación de objetivos y el derribo de las defensas aéreas.
Será, sin duda, una pieza clave para la fuerza aérea ucraniana. Los expertos militares a menudo descartan que pueda ser un elemento decisivo para obtener la superioridad aérea frente a Rusia. En cualquier caso, la función principal de este avión será proteger el espacio aéreo ucraniano disuadiendo a los cazas y bombarderos rusos, derribando drones y misiles y destruyendo los radares enemigos. Sin embargo, existen dudas sobre su capacidad ofensiva, para preparar o apoyar una ofensiva terrestre.
El F-16 Fighting Falcon está considerado uno de los aviones más difíciles de mantener a pesar de que la infraestructura para los aviones de la OTAN está relativamente estandarizada. Se trata de un avión de combate monoplaza, monomotor, multifunción diseñado para atacar objetivos tanto en el aire como en tierra. Es mucho menos complejo y más barato que el F-35, pero requiere mucho mantenimiento. Según expertos, por cada hora de vuelo el F-16 necesita 17 horas de mantenimiento. Esto se debe a que son cazas que realizan sus misiones en entornos bastante difíciles que ejercen mucha presión sobre diferentes partes y sistemas, por lo que sufren un gran desgaste que debe solucionarse.
Tom Richter, un ex piloto de la Marina de Estados Unidos, le dijo a Politico que el F-16 es "una bestia sensible" en comparación con los aviones de la era soviética a los que Ucrania está acostumbrada. "Es una prima donna, es muy sensible y necesita mucho mantenimiento", en comparación con los aviones rusos y de herencia soviética que posee Ucrania, mucho más "ruidosos" y que requieren menos mantenimiento.
Además del batallón de pilotos ucranianos que han sido formados durante un año en varios países para pilotar los aparatos de Lockheed Martin, también hay unos 50 técnicos ucranianos capacitados para dar soporte y reparar los F-16, cuya complejidad requiere entre ocho y 14 mecánicos para mantener cada uno, según informó The New York Times.
Ucrania ha habilitado pistas de aterrizaje como parte de una amplia estructura logística. Este no es un punto menor. El experto militar Justin Bronk, del laboratorio de ideas británico Royal United Service Institute, considera que los F-16 requieren bases especialmente adaptadas ya que, según explica, la entrada de aire debajo del morro de los aviones F-16 es tan grande que "succiona todo lo que hay en el suelo directamente", por lo que dicho aparato necesita pistas muy limpias y bien mantenidas.
Reacondicionar las viejas pistas soviéticas ucranianas para usar un F-16 sin riesgos para los motores es complicado. Según Bronk, muchos pistas ucranianas son demasiada cortas para ser utilizadas por un F-16 completamente cargado. A su juicio, la capacidad de detección de Rusia a través de sus satélites hará que los pistas renovadas sean un blanco accesible para los misiles balísticos y de crucero de las Fuerzas Armadas de Moscú.
Expertos como Mark Cancian, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, aseguran que el F-16 no ayudará a "cambiar radicalmente la situación de la noche a la mañana". De los aproximadamente 45 aviones prometidos a Ucrania, los primeros seis serán enviados por Dinamarca a a lo largo del mes de junio.
Actualmente existen unos 3.000 F-16 en servicio en las fuerzas aéreas de 25 países. Es el segundo caza más antiguo del mundo en producción y el de cuarta generación más utilizado, además del avión de combate occidental más barato del mercado durante años.
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