Represión en Venezuela
Rajoy defiende castigos selectivos a líderes chavistas
El presidente del Parlamento venezolano recibe el apoyo de los Gobiernos europeos en su gira por la defensa de la democracia.
El presidente del Parlamento venezolano recibe el apoyo de los Gobiernos europeos en su gira por la defensa de la democracia.
El presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, recibió ayer el respaldo del jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, quien le prometió que «España continuará promoviendo la adopción por la UE de medidas restrictivas, individuales y selectivas contra los responsables de la actual represión» en Venezuela. El Ministerio de Exteriores explicó que España busca medidas a nivel europeo «que no perjudiquen a la población venezolana y que sean efectivas para promover una restauración del orden constitucional» en el país caribeño. En medio de una galopante crisis económica y tras varios meses de represión policial ante las protestas callejeras impulsadas por amplios sectores sociales, el Gobierno venezolano sacó adelante una Asamblea Constituyente sin un referéndum previo y en una votación considerada como fraudulenta. El resultado, según reconocen dirigentes antichavistas, es el cansancio y el desánimo generalizado de la población ante el aparente inmovilismo de un Gobierno que, pese al desgaste de imagen a nivel internacional y dentro del país, se siente lo suficientemente seguro como para celebrar elecciones a gobernador el próximo mes.
Con el viaje por las capitales europeas, la oposición busca retomar la iniciativa y recabar apoyos más firmes para la causa. En este sentido, Borges visitó el lunes al presidente francés, Emmanuel Macron, y hoy estará con la canciller Angela Merkel. Como otros países de la UE, el Gobierno alemán ha venido denunciando en las últimas semanas «la eliminación sistemática de las normas fundamentales» de la democracia y del Estado de Derecho por parte del Ejecutivo de Nicolás Maduro.
Berlín sigue apostando por las negociaciones entre las dos partes como la única salida para la actual crisis, al igual que España. Tanto Rajoy como el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, transmitieron a Borges que Madrid apoya una salida negociada y democrática basada en la liberación de todos los presos políticos –actualmente hay 603–, así como en «el respeto por la independencia e integridad de los poderes públicos y la celebración de elecciones justas y transparentes».
Por su parte, Borges, presidente rotatorio de la Asamblea Nacional, pidió una mayor presión internacional y nacional para obligar a Maduro a iniciar un diálogo con la finalidad de fijar una agenda que desemboque en una «transición democrática. «Estamos luchando para que en el corto plazo, democráticamente, haya un cambio de gobierno en Venezuela. Y, créanme, lo vamos a lograr», dijo el dirigente opositor.
El último intento de negociación con el oficialismo el año pasado fracasó. La Mesa de la Unidad Democrática denunció entonces la falta de voluntad del Gobierno para alcanzar acuerdos. Borges señaló ayer que aún existe una posibilidad de salida dialogada, pero matizó que «no se dan las condiciones». Borges entregó a Rajoy una carta de Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López. Tintori iba a participar en la gira europea de la oposición, pero las autoridades le prohibieron salir del país.
El ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, cargó contra Julio Borges, a quien calificó de «antipatriota» por mostrarse partidario de las sanciones de terceros países a ciudadanos venezolanos. También criticó al Gobierno español por apoyar «los crímenes» que atribuye a la «derecha extremista venezolana». Sobre el presidente francés, afirmó que «subordina su política hacia Venezuela a la política exterior injerencista de Donald Trump», y criticó «el tono arrogante y prepotente» de Macron.
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