Siria

Los rebeldes entran en Hama y obligan al Ejército sirio a un nuevo repliegue

Las milicias islamistas radicales se encuentran ya a poco más de 40 kilómetros de una ciudad clave en las comunicaciones de la capital

Un yihadista del EI en Raqqa (Siria) posa de espaldas con su AK-47 en 2014
Protesta contra el régimen de Bachar al Asad en HamaUncreditedAgencia AP

Continúa el avance de las fuerzas rebeldes comandadas por los yihadistas del Hayat Tahrir al Sham (HTS) -nacido de los rescoldos del Frente Al Nusra, a su vez antigua fuerza afiliada con Al Qaeda- en el centro de Siria. La amalgama de milicias, que cuenta en su ofensiva con la aquiescencia de la Turquía de Erdogan, se hizo ayer con la ciudad de Hama, la cuarta en población del país, y se encuentra ya a menos de medio centenar de distancia de Homs, una localidad clave en las comunicaciones con Damasco.

Por su parte, el Gobierno sirio admitió en la jornada de ayer la retirada de las tropas del Ejército regular de la localidad. Una jornada más, y así ha venido ocurriendo desde que a comienzos del fin de semana pasado los insurgentes se hacían con el control de Alepo, la aviación siria, así como la rusa, bombardearon posiciones de las milicias islamistas radicales, sin que ello esté, por ahora, impidiendo su eficaz ofensiva.

En este sentido, desde el Ministerio de Defensa sirio se explicaba ayer que “las Fuerzas Armadas han participado durante los últimos días en feroces batallas para repeler los violentos y sucesivos ataques lanzados por organizaciones terroristas contra Hama desde varios ejes” aunque reconociendo que los insurgentes finalmente han logrado romper las líneas defensivas en varios puntos.

Asimismo, Defensa aseveraba ayer que “el Mando General del Ejército (…) seguirá llevando a cabo su deber nacional y recuperando las zonas ocupadas por las organizaciones terroristas”. Las autoridades militares sirias reconocían “el aumento del número de mártires” en las filas de las tropas del Ejército regular.

Desde las filas insurgentes, el líder del HTS, Abú Mohamed al Golani, informaba escuetamente que “los muyahidín, los revolucionarios, han empezado a entrar a la ciudad de Hama para limpiar la herida que existe en Siria desde hace 40 años”. Además, los rebeldes anunciaron ayer la liberación de “cientos” de personas encarceladas en la prisión central de Hama y “la destrucción de la 25º División del Ejército, afiliada al criminal Suhail al Hasán y que sometió a los sirios a todo tipo de torturas”.

Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con larga experiencia en el monitoreo de la situación política en Siria, aseguraba que las fuerzas de HTS y sus aliados han logrado entrar en Hama “desde varios ejes”, principalmente la zona noreste, tras varias horas de “intensos combates” con el Ejército regular sirio.

La caída de Hama es estratégica y simbólica. La localidad permaneció siempre en manos del régimen de Bachar al Assad durante toda la guerra civil, que comenzó en 2011 con una serie de protestas contra la dictadura del Baaz en el contexto de las revueltas conocidas como la Primavera Árabe y acabó convertida en una guerra internacional por interposición hasta entrar en una fase de conflicto latente en los últimos cinco años.

El mayor peligro, sin embargo, para las autoridades sirias es que los insurgentes alcancen Homs, que se encuentra a aproximadamente cuarenta y cinco kilómetros de Hama. Homs es la tercera más grande ciudad de Siria y es una de las puertas de entrada a Damasco.

La ayuda decisiva de la aviación rusa a mediados de la década pasada fue a la postre fundamental para la supervivencia de la estructura política y militar creada durante décadas en torno del Partido Baaz. Con todo, el régimen de Assad no controla más allá del 65-70% de la superficie del país. Además de la parte bajo el mando de Damasco, Siria se encuentra dividida de facto en dos zonas más, una que se reparten los rebeldes islamistas con presencia y coordinación turca, y otra dominada por las pro kurdas -y respaldadas por Estados Unidos- Fuerzas Democráticas Sirias.

Por otra parte, las autoridades sirias aseguraban también ayer haber derribado dos drones lanzados “por el enemigo” contra la capital, sin que por el momento haya reclamación de la autoría. “Nuestros sistemas de defensa aérea acaban de derribar dos drones sobre los cielos de Damasco, sin pérdidas humanas o daños materiales”, reportaba el Ministerio de Defensa sirio a través de un breve comunicado en su cuenta en la red social Facebook.

Desde el vecino Líbano -que lleva poco más de una semana de tregua-, el secretario general de Hizbulá Naim Qassem -que sustituye al asesinado Hassan Nasrallah- aseguró que las fuerzas de la ahora menguada milicia chiita libanesa estarán al servicio del régimen sirio. La mayor de las organizaciones armadas proxy de Irán en Oriente Medio fue un elemento fundamental en la supervivencia del régimen de Bachar al Assad durante la pasada década en su enfrentamiento con los rebeldes yihadistas suníes. Las milicias proiraníes tienen en la Becá uno de sus feudos, y el valle se encuentra a pocos kilómetros de la localidad de Al Qusayr, que se antoja clave en la eventual defensa de Homs.