EE UU

Los republicanos formalizan un "impeachment" contra Biden a un año de las presidenciales

Sin pruebas sólidas tras meses de investigación, los congresistas alegan que el presidente de EE UU se benefició de los negocios de su familia en el extranjero

El presidente de EE UU, Joe Biden
El presidente de EE UU, Joe BidenEuropa Press

Cuando quedan pocos días para entrar en año electoral, los republicanos de la Cámara de Representantes acaban de conseguir los votos que necesitaban para formalizar una investigación por juicio político contra el presidente Joe Biden. Esto no significa que el proceso sea inevitable, pero es cierto que tres de las cuatro veces anteriores que la Cámara tomó esta decisión acabaron en "impeachment".

Sin pruebas sólidas tras meses de investigación, los republicanos alegan que Biden se benefició de los negocios de su familia en el extranjero. Ante la falta de evidencia conseguida y anticipándose a los desafíos legales que les lanzará la Casa Blanca, los republicanos han solicitado una votación formal para poder tener acceso a más información. "La resolución de hoy simplemente formaliza esa investigación y otorga a la Cámara plena autoridad para hacer cumplir sus citaciones que han sido denegadas hasta la fecha", aseguró el representante republicano por Oklahoma, Tom Cole. La resolución autoriza a los tres paneles que lideran la investigación a solicitar material para el gran jurado y también permite la contratación de abogados externos que ayuden en la investigación.

La votación se produjo horas después de que Hunter Biden, hijo del presidente y principal foco de la investigación, desafiara una citación para declarar a puerta cerrada sobre sus negocios en Ucrania, China y otros países. El segundo varón de Biden habló en rueda de prensa este miércoles por primera vez desde que fue imputado en dos ocasiones por delitos fiscales y fraude. "Estoy aquí¨, dijo Hunter, "permítanme decirlo lo más claramente posible: mi padre no estuvo involucrado financieramente en mi negocio, ni como abogado en ejercicio, ni como miembro de la junta directiva de Burisma, ni en mi sociedad con un empresario privado chino, ni en mis inversiones en casa ni en el extranjero".

Hunter ha dicho que está dispuesto a testificar públicamente si es necesario, pero no en privado. Eso sería una "farsa", ha dicho, porque los republicanos de la Cámara han tratado constantemente de "deshumanizarme y dañar a mi padre". Además, aseguró que teme que filtren solo una parte de su testimonio en un esfuerzo por distorsionar sus palabras.

Los republicanos también pretenden examinar si la administración de Biden interfirió en la investigación del Departamento de Justicia sobre su hijo o si el presidente hizo un mal manejo de documentos clasificados cuando era vicepresidente o senador. Hasta ahora, la oposición al Gobierno ha conseguido 36.000 páginas de registros bancarios, 2.000 más de informes de actividades ¨sospechosas¨ del Departamento de Tesoro, así como varios testimonios de dos de los socios de Hunter Biden, pero de momento nada firme.

Poco después de conocerse la formalización de la investigación por juicio político, Joe Biden lamentaba que "en lugar de hacer su trabajo urgente que es tan necesario", los republicanos "optan por perder el tiempo con este truco político infundado que incluso los republicanos en el Congreso admiten que no está respaldado por hechos".

Lo cierto es que este proceso se alargará varios meses del 2024 y va a ser un fuerte dolor de cabeza para un presidente que a sus 81 años ha decidido apostar por una reelección aun cuando las encuestas cada vez le son menos favorables. Una vez termine la investigación, la Cámara de Representantes en pleno votará si Biden es acusado. En caso afirmativo, el Senado, de mayoría demócrata, celebrará el juicio político y votará sobre la destitución del presidente.

Hasta ahora ningún presidente ha sido destituido de su cargo. Algunos expertos apuntan a que, en realidad, este fracaso anunciado para someter al demócrata a un juicio político es más bien una estrategia de los republicanos para desviar la atención de la situación legal real que enfrenta su probable candidato Donald Trump. El exmandatario tiene pendiente responder por 91 delitos penales en 4 causas criminales distintas, en 4 Estados diferentes del país. Una estrategia para hacer aún más tóxico un año electoral que tiene todos los componentes que se pueden imaginar. Hay incluso quien habla ya de utilizar este proceso para "contraprogramar" el posible juico federal que enfrenta el Trump en marzo por su intento de anular las elecciones presidenciales del 2020.