Rousseff aumenta su ventaja sobre Neves en el sprint final de la campaña

De nuevo las encuestas favorecen a la Dama de Hierro. Sin embargo, el opositor Aecio Neves no baja los brazos y confía en acortar distancias después del debate que se celebrará hoy. El último sondeo de Datafolha publicado ayer indica que la presidenta, Dilma Rousseff, supera a Neves con un 53% frente al 47% de intención de voto del conservador, mientras que la encuestadora Ibope coloca a la mandataria con una ventaja de 54%, en comparación a 46% del aspirante de la derecha.

Es la primera vez que las encuestas muestran que la ventaja de Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), sobre Neves, del Partido de la Social Democracia, supera el margen de error de dos puntos. Durante las últimas tres semanas, las empresas colocaban a los dos en un empate técnico, pero Rousseff comenzó a ampliar la brecha con el apoyo de la clase media baja, que representaba un sector importante de indecisos. La presidenta señaló una y otra vez que votar a Neves representaría un «retroceso» a los años en que Brasil sufría por altos índices de inflación y desempleo. Lo calificó de «elitista», por representar al partido de centro derecha y provenir de una familia de influencia política.

«La campaña negativa es efectiva», opina Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano acerca del crecimiento de Rousseff. «La verdad es que el Partido de los Trabajadores tiene un buen argumento a su favor de que aumentaron de manera significativa el gasto en programas sociales». En la última década, unos 40 millones de brasileños escalaron de la clase baja a la clase media. También el país logró salir del mapamundi del hambre de Naciones Unidas y disminuyó de manera considerable su tasa de pobreza extrema. «Dilma logró ampliar su ventaja con el número de indecisos que estaban con Aecio y están regresando a Dilma», afirma, por su parte, Cristiana Lobo, columnista política del canal Globo News.

Además de los ataques, algunos expertos sostienen que la campaña de la presidente brasileña logró sembrar optimismo en el escenario económico, que sufrió una contracción en los últimos dos trimestres.