Terrorismo

El Estado Islámico reconoce la detención de cuatro de sus miembros que llevaron a cabo el atentado de Moscú

Las autoridades rusas habían informado de la detención de 11 personas, incluidos los cuatro presuntos atacantes

Terroristas del Estado Islámico
El Estado Islámico ha detenido a cuatro yihadistasAmaqAgencia EFE

El grupo Estado Islámico (EI) confirmó el viernes la detención en Rusia de cuatro de sus miembros, autores del atentado mortal contra una sala de conciertos cerca de Moscú, al día siguiente de nuevas acusaciones de las autoridades rusas denunciando "vínculos con los nacionalistas ucranianos".

El ataque del 22 de marzo, en el que murieron 143 personas hace una semana en el Crocus City Hall, ya fue reivindicado por EI, pero los funcionarios rusos insisten en una pista ucraniana.

Kiev niega por su parte cualquier implicación en esta matanza.

En su edición del jueves publicada el viernes por la mañana, Al Naba, semanario de la organización yihadista, confirma que "cuatro combatientes, que son soldados del califato", atacaron el salón en los suburbios de Moscú. Tres de ellos utilizaron ametralladoras, mientras que el cuarto estaba encargado de provocar un incendio, según el medio, publicado en Telegram por el grupo yihadista.

Posteriormente, los atacantes fueron objeto de una persecución de carrera por fuerzas terrestres y aéreas, que terminó con su cerco en un bosque, detalla.

El atentado, el más mortífero de los últimos veinte años en Rusia, causó al menos 143 muertos y 360 heridos, entre ellos niños.

Las autoridades rusas habían informado anteriormente de la detención de 11 personas, incluidos los cuatro presuntos atacantes. Ocho de ellas fueron acusadas y detenidas.

El jueves, el comité ruso de investigación, órgano encargado de las principales investigaciones criminales, afirmó que los autores del atentado tenían "vínculos con los nacionalistas ucranianos" y habían recibido "grandes" sumas de dinero procedentes de Ucrania.

El propio presidente ruso Vladimir Putin afirmó que los cuatro asaltantes habían sido detenidos en la región rusa de Briansk cuando intentaban huir a Ucrania, donde se había preparado una "ventana" para cruzar la frontera desde el lado ucraniano.

Por su parte, el director de los servicios de seguridad rusos (FSB), Alexandre Bortnikov, acusó a los servicios secretos ucranianos y occidentales de haber "facilitado" el atentado.