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Defensa

Rusia desafía a la OTAN con la construcción de infraestructura militar en la frontera con Finlandia

El Gobierno finlandés mantiene cerrados de forma indefinida todos los puntos fronterizos con su vecino oriental

Paso fronterizo entre Finlandia y Rusia en Nuijamaa (Laponia) LAURI HEINOEFE

Según información de inteligencia, Rusia ha iniciado un rearme a lo largo de la frontera con Finlandia y se espera que envíe más soldados allí tan pronto como se liberen recursos de la guerra en Ucrania. Sin embargo, la medida no se considera una amenaza directa a la seguridad, sino más bien una forma de poner a prueba a la OTAN.

En una entrevista con el periódico alemán "Die Welt", Vesa Virtanen, jefe del Estado Mayor de Defensa finlandés, explica que los rusos han comenzado a construir nueva infraestructura militar a lo largo de la frontera y al mismo tiempo comenzaron a planificar la futura movilización de tropas. "Cuando Rusia haya terminado con Ucrania, es decir, cuando pueda retirar sus fuerzas de la frontera ucraniana, vendrán a nuestra frontera", cuenta a "Die Welt".

Aunque no se puede descartar, Virtanen señala que un ataque ruso todavía es “muy improbable”. Más bien, ve este desarrollo como parte de la estrategia rusa para poner a prueba el artículo 5 de la OTAN, que prevé que los países miembros de la alianza están obligados a ayudarse mutuamente en caso de un ataque. "Rusia ha estado poniendo a prueba el artículo 5 todo el tiempo con migraciones masivas, ciberataques, interferencias de GPS, ataques de información y campañas de desinformación", explica.

A principios de este año, Rusia llevó a cabo una reestructuración de sus distritos militares, lo que significó, entre otras cosas, que el enclave altamente militarizado de Kaliningrado ahora pertenece al distrito más cercano a la frontera con Finlandia. Una medida que, según Yle, fue vista como una amenaza a la seguridad por muchos en Finlandia, pero que, según Daivis Petraitis, analista militar del Baltic Defence College, debería ser vista más bien como lo opuesto.

"Los cambios en la organización militar indican que Rusia ahora tiene una postura defensiva en la región del Mar Báltico", asegura a la televisión pública.

El experto considera que las medidas fueron una reacción defensiva a la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, que también cambió la actitud de Rusia hacia la región. "Después de que Finlandia y Suecia se convirtieron en miembros de la OTAN, el mar Báltico se convirtió efectivamente en un mar de la OTAN. El Kremlin se dio cuenta de que ya no era posible proyectar poder militar en la región", explica Petraitis.

La frontera de 1.300 kilómetros de longitud entre Finlandia y Rusia permanece completamente cerrada desde hace más de un año. Para los municipios del lado finlandés, esto ha supuesto grandes problemas financieros.

Frontera cerrada

El Gobierno finlandés anunció este miércoles que mantendrá en vigor el cierre total de su frontera con Rusia al tráfico de personas "hasta nuevo aviso" para impedir que Moscú utilice la llegada masiva de refugiados de terceros países como herramienta de desestabilización.

"Según la información de que disponen las autoridades finlandesas, sigue existiendo el riesgo de que la migración instrumentalizada se reanude y se expanda, como ha sucedido anteriormente. De continuar, el fenómeno representaría una grave amenaza para la seguridad nacional y el orden público de Finlandia", señaló el Gobierno en un comunicado.

El país nórdico cerró todos sus pasos fronterizos terrestres con Rusia el 15 de diciembre de 2023, después de que la Guardia de Fronteras alertara de un inusual aumento del flujo de demandantes de asilo procedentes de Rusia que el Gobierno atribuyó a un "ataque híbrido" por parte de Moscú.

El cierre de la frontera frenó en seco el flujo migratorio desde Rusia, pero las autoridades finlandesas temían que se produjese una llegada masiva de inmigrantes si reabrían los puestos fronterizos, por lo que, en abril del año pasado, el Ejecutivo decretó el cierre indefinido de la frontera oriental.

Poco después, el Parlamento aprobó la polémica Ley de Seguridad Fronteriza, que autoriza a la Guardia de Fronteras a impedir la entrada en el país a refugiados e inmigrantes y devolverlos en caliente a Rusia si el Gobierno considera que se trata de "migración instrumental".

Esta ley, que ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos, entró en vigor el 22 de julio de 2024 y su validez inicial era de un año, aunque el Ejecutivo ha propuesto prorrogarla hasta el 31 de diciembre de 2026.

"Las decisiones gubernamentales mencionadas y la promulgación de la Ley de Seguridad Fronteriza han surtido el efecto previsto y la migración instrumentalizada, que comenzó en noviembre de 2023, ha cesado por ahora", afirmó el Gobierno en su comunicado.

"La migración instrumentalizada es una de las vías que Rusia utiliza para ejercer presión y afectar la seguridad y la estabilidad social de Finlandia y la Unión Europea (UE)", añadió.

Con cerca de 1.340 kilómetros, la frontera finlandesa con Rusia es la más larga de todos los países de la UE y de la OTAN.