Sarkozy pide unión al centroderecha y descarta pactar con el Frente Nacional

El presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy, instó hoy al centroderecha a unir sus fuerzas para las presidenciales de 2017 y descartó alcanzar cualquier tipo de pacto con el ultraderechista Frente Nacional (FN).

El presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy, instó hoy al centroderecha a unir sus fuerzas para las presidenciales de 2017 y descartó alcanzar cualquier tipo de pacto con el ultraderechista Frente Nacional (FN).

Sarkozy se reunió hoy en París con cientos de dirigentes de su partido, a quienes animó a hacer de la UMP "un ejército de militantes", según reveló el expresidente francés a través de su cuenta de Twitter.

"Hay que reconstruir un partido de militantes. Quiero un ejército de militantes", exhortó Sarkozy, quien también defendió que en los puestos orgánicos de la formación no ha querido "rodearse de fieles".

El exmandatario, que escogió a dos rostros jóvenes como vicepresidente y secretario general de la UMP (Nathalie Kosciusko-Morizet y Laurent Wauquiez, respectivamente), insistió en que ha buscado "el talento, incluido el de aquellos que no votaron por mi", en las primarias del partido celebradas en noviembre.

Sarkozy se impuso en aquella elección con un holgado 65 % de los votos frente a Bruno Lemaire y Hervé Mariton, un porcentaje, pese a todo, inferior al que esperaba.

Hasta el momento, Sarkozy no ha manifestado si aspirará a representar al centroderecha en las presidenciales de 2017, aunque las encuestas lo muestran por debajo de otro posible aspirante, el ex primer ministro Alain Juppé.

"Creo más que nunca en la necesidad de una candidatura común de la derecha y del centro en la elección presidencial", dijo, y apuntó que su prioridad y mayor urgencia es "apaciguar nuestra familia política".

Al mismo tiempo, cerró la puerta a cualquier posible alianza de su partido, a ningún nivel, con el Frente Nacional de Marine Le Pen.

"Quiero que las cosas estén claras entre nosotros: no aceptaré ningún acuerdo con el FN", zanjó.

También quiso galvanizar a la juventud de su partido, en la que pidió una reorganización, por la "necesidad de ideas nuevas", y se comprometió a recibir personalmente a todos los nuevos afiliados.