«Se ensañó con las víctimas»

Lo primero que señaló en la rueda de prensa el director de la Oficina Forense de Connecticut, Wayne Carver, es que la tragedia en la escuela elemental Sandy Hook «es lo peor que he visto en mis treinta años de carrera». El forense del caso, todavía bastante afectado, reconoció a los periodistas que pese a haber visto «miles» de muertes por heridas de bala, esto era lo peor a lo que se había enfrentado. El médico evitó algunas preguntas de los medios, en parte por el respeto a los padres y familiares de las 26 víctimas a las que Adam Lanza asesinó en la escuela Sandy Hook. El doctor Carver aseguró que tanto el cuerpo de su madre, Nancy, como el del autor de los hechos, tendrían que ser examinados más detenidamente y confirmó que primero mató a su madre en la casa en la que ambos vivían, para después dirigirse al centro escolar en Newtown. Los resultados de ambas autopsias se darán a conocer posiblemente hoy, en una rueda de prensa convocada por la mañana en Newtown.

«No tengo los detalles de todos los fallecidos, pero algunos sufrían heridas devastadoras». Las averiguaciones sobre el crimen, en el que hay veinte pequeños fallecidos –doce niñas y ocho niños–, dejan a la vista las crueles intenciones de Lanza, de tan sólo 20 años. Prácticamente todos los menores, al ser de las mismas clases, tenían entre 6 y 7 años. En cuanto a las adultas, Carver señaló que todas eran mujeres que trabajaban en Sandy Hook. Según el forense, todas las víctimas del tiroteo recibieron más de un impacto de bala. «Todos fueron disparados más de una vez», reconoció el forense. Y concluyó que el arma utilizada por Lanza fue un fusil de asalto semiautomático Bushmaster de calibre 223. «No creo que ninguno de mis colegas haya visto algo así antes tampoco». El doctor confirmó que debido a la dureza y al consiguiente trauma, los familiares hicieron las identificaciones mediante fotografías, sin ver el cadáver directamente. «De este modo es más fácil para los padres», indicó. El director forense de Connecticut aseguró que su prioridad fue analizar primero a los menores para que se pueda dar paso lo antes posible a los funerales. «Intentamos hacer nuestro trabajo siendo lo más profesionales y fuertes que pudimos», dijo Carver.

Horas antes, el teniente de la Policía estatal de Connecticut, Paul Vance, pidió a cientos de periodistas que se han traslado hasta la pequeña localidad de Newtown que respeten la privacidad de las familias en estos dolorosos momentos por los que atraviesan. Pero, por si acaso, advirtió de que «he puesto un policía en cada puerta de cada casa de la gente que ha perdido un hijo en esta tragedia».